Nadie es perfecto

Locales | 28 Mar Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos. El presidente Barack Obama se anotó una enorme victoria política al lograr aprobar una reforma al sistema de cobertura de salud en Estados Unidos, que agrega cobertura médica para unos cuarenta millones de
personas, pero al mismo tiempo deja afuera a los inmigrantes indocumentados. El proyecto será firmado por Obama esta semana, cuando el Congreso inicia el spring break o receso de primavera, que se extenderá por dos semanas. La reforma tendrá un costo global de 940.000 millones de dólares, lo que preocupa al estadounidense medio, pero al mismo tiempo amplía sustancialmente el seguro médico a decenas de millones que no podían acceder en las condiciones anteriores, aumenta los impuestos a los ricos y busca enmendar la cobertura de medicamentos para los jubilados. Uno de los aspectos claves es que prohíbe a las aseguradoras negar cobertura de salud a personas con enfermedades pre existentes, lo que hasta hoy es práctica habitual. La reforma del sistema de salud, la más importante en las últimas cuatro décadas, fue la apuesta fuerte del Presidente, y se vio varias veces comprometida ante el férreo rechazo republicano, que a duras penas pudo ser contenido por los demócratas. De todas formas, para los inmigrantes queda un sabor agridulce pues hay concretos beneficios para aquellos con sus documentos gringos en regla, pero abre muchas dudas sobre las posibilidades de acceso a cobertura de salud, incluso primaria, de aquellos que aún se mantienen indocumentados.
Curiosamente, mientras los diputados votaban el proyecto de reforma de salud, en las calles de Washington D.C. decenas de miles de manifestantes clamaban por una rápida y justa reforma al sistema migratorio, que mantiene en la sombra a unos once millones de personas carentes de documentos de este país. Obama, tras la aprobación de la reforma sanitaria renovó su promesa de cambiar las leyes de inmigración este año. “Me comprometo a hacer todo lo que esté a mi alcance para forjar un consenso bipartidista sobre este importante problema este año”, dijo en mensaje emitido por video a los manifestantes en el National Mall de Washington, el parque en las inmediaciones de la Casa Blanca y donde se encuentran los principales monumentos de la capital de esta nación. Pero de acuerdo a muchos analistas, las posibilidades de que el presidente cumpla su promesa este año van de mínimas a inexistentes. Los legisladores tienen otras prioridades, como hacer más estrictas las regulaciones financieras y crear empleos.
Por otra parte, los legisladores y los defensores de los inmigrantes ilegales cuestionan si Obama tiene el capital político --y el Congreso la voluntad-- de entrar en otra candente y divisiva batalla con las elecciones de noviembre en el horizonte. “¿No hay nadie dispuesto a decir, ‘vamos a hacer un proyecto de ley de inmigración?’” “Nadie”, dijo el senador Lindsey Graham, que fue autor, junto con el senador Charles Schumer, de un esquema de proyecto de ley que el presidente recientemente apoyó. El proyecto de Schumer y Graham llama a la creación de una tarjeta de seguridad de alta tecnología, que
no se pueda falsificar, que pueda asegurar que los empleadores sólo contratan inmigrantes legales. En definitiva, la gran apuesta de Obama por la salud, pone en peligro la reforma que los inmigrantes tanto esperan, en la medida que los políticos probablemente se resistan a otra lucha frontal, cuando las elecciones intermedias están cerca, y ellos, como cualquiera de nosotros, deben preocuparse por mantener el empleo.
Por otra parte, la cantante Gloria Estefan convocó en Miami a más de cien mil personas, todas vestidas de blanco, en apoyo a las Damas de Blanco de Cuba, el grupo de madres de presos de conciencia que el régimen castrista mantiene retenido en Cuba, y que tiene claras similitudes con Madres de Plaza de Mayo, aunque los gobiernos de izquierda que dominan varios países latinoamericanos se empecinan en restarle importancia, desconociendo las flagrantes violaciones a los Derechos Humanos que se registran en la isla caribeña. Artistas como la colombiana Shakira, Willie Chirino y Lissette, Víctor Manuel, la legendaria Olga Guillot y los argentinos Lucia y Joaquín Galán, del dúo Pimpinela participaron de la marcha en repudio a los Castro.
Y, en el otro lado del mundo, aunque prácticamente la noticia pasó desapercibida, se dio a conocer un informe en el que se certifica que la explosión industrial en Asia provoca una gravísima contaminación que se eleva a la estratósfera durante la temporada de los monzones y circulan alrededor del planeta por años. Se trata en especial de partículas de carbono, óxido de azufre y de nitrógeno.
El planeta tose y se queja, pero pocos le dan importancia. ¿Hasta cuándo?
En tanto, en otro orden de cosas, la cuenta regresiva continúa sin pausa, sin prisa y sin contratiempos; 152 días y contando. Aunque esa, esa es otra historia.