Locales | 28 Mar Aunque son reparadas con frecuencia, al poco tiempo reaparecen profundas huellas en el pavimento de la Ruta 24, causadas por el tránsito de pesados camiones cargados con madera con destino a la planta de Botnia.
En el caso que nos ocupa en un tramo relativamente extenso, hace pocos días se formó una profunda huella al ceder el pavimento frente a la entrada de la “cortada de Ombucitos” hacia Mercedes, al punto que un conductor que se dirigía desde Paysandú hacia el Sur se bajó de su vehículo para medirla, y constató que alcanzaba no menos de 25 centímetros de profundidad por 50 centímetros de ancho.
A los pocos días este tramo fue reparado, pero ya varios vehículos que pasaron por el lugar habían sufrido ese zanjón y “cepillado” seguramente con el cárter o algún otro elemento del rodado sobre el pliegue del pavimento, que se deposita siempre al costado de la huella.
Si bien en este punto el riesgo ha desaparecido, ya se han constatado otros zanjones similares en varios sectores de esta transitada ruta, cuya carpeta asfáltica es sometida al intenso ajetreo que le imprimen las cagas pesadas.
Además, se nota que la banquina Oeste sigue cediendo por el peso de los rodados en tanto el sector izquierdo de la ruta, es decir la que se utiliza para el retorno en lastre de los camiones, se encuentra en estado normal para la circulación.