Opinion | 01 Abr En tanto en pocos días más comenzará la cosecha del grueso de la zafra de cultivos de verano, en especial de la soja, que ocupa la mayor área plantada, en lo que los operadores consideran será la prueba de fuego para la logística del sector, ha iniciado oficialmente sus actividades de este año la Comisión Nacional de Logística, organismo que se encargará de diseñar y coordinar las acciones en esta materia con el objetivo de acompasar la infraestructura a las múltiples necesidades de los productores y empresas de servicios.
En el caso de la agricultura, es notorio que la capacidad de almacenaje es uno de los puntos críticos para la producción de granos, a lo que se agrega la falta de carreteras y estructura portuaria para sacar la producción hacia el exterior. De acuerdo a un informe del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, en cinco años Uruguay pasó de tener 600.000 hectáreas de agricultura de secano a 1.500.000. Este crecimiento, con un ritmo por momentos vertiginoso, no fue acompañado por determinados servicios, aunque algunas soluciones tecnológicas han contribuido a disimular los problemas, según evaluaron los técnicos.
La infraestructura incorporada para este aumento de las áreas de cultivo ha sido notoriamente insuficiente hasta ahora, e incluso hay carreteras y caminos en muy mal estado, así como plantas de silos que han quedado chicas para la demanda, cuando además se hacen acopios y en algunas ocasiones prácticamente se enciman cosechas interestacionales.
Además, como en tantos órdenes, las limitaciones en recursos son el nudo gordiano para mejorar la capacidad de silos e infraestructura, y de esta forma acompasar el aumento de la producción a la capacidad de recibo del grano, lo que requiere que se deban hacer precisamente en tiempos mucho más lentos de lo que lleva la expansión del área agrícola.
El directivo de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), José María Nin, subrayó como un aspecto central la carencia de carreteras adecuadas y de un transporte alternativo como es el ferroviario, lo que corresponde a las inversiones que debe hacer el país. En este sentido, Nin dijo que desde la cooperativa se está afinando una serie de propuestas para ser presentadas en primera instancia al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre.
A su juicio, aunque se trata de inversiones millonarias, es necesario hacerlas, porque de lo contrario el sistema colapsará rápidamente y ello se traducirá en pérdida de eficiencia y en definitiva de competitividad. No es un tema menor, aunque sí solo una parte de una problemática muy vasta, que por supuesto no comprende solo a la agricultura sino a todo el esquema productivo nacional, y este es precisamente un tema que conlleva un gran desafío para el Estado y los sectores involucrados, lo que indica que la tarea de la comisión de logística, a efectos de ordenar las necesidades y participación del Estado y particulares en el abordaje no será cosa de un día.
La referencia a los problemas en conexiones terrestres, la falta de un ferrocarril activo que cubra las áreas de mayores necesidades de transporte de gran volumen y bajo valor relativo, como son precisamente los granos y la madera, es mentar la soga en la casa del ahorcado, porque lamentablemente pese a que por ejemplo en el caso de la madera se sabía desde hace veinte años que habría necesidades logísticas a cubrir para sacar esta gran producción, las incorporaciones en infraestructura han sido magras, y todavía se está “hablando”, sin hacer nada significativo, de que es preciso mejorar y extender las vías férreas y el parque de tracción para atender las necesidades de transporte.
De la misma forma, también se requiere infraestructura portuaria para sacar esta producción, tanto en lo que refiere a puertos de ultramar para la exportación como a terminales en las que se pueda hacer acopios y transporte de la producción en barcazas. Este papel debería cumplirlo el puerto de Paysandú para una amplia región, tanto en lo que refiere a la salida de los granos como de la madera, a lo que corresponde agregar la posibilidad que ofrecerá posiblemente desde fin de año la operativa con contenedores para los cítricos, entre otros rubros.
Es fundamental que las definiciones a que puedan arribarse en la comisión de logística se traduzcan en una reafirmación de lo que ha sido hasta ahora la política portuaria encarada con acierto por la Administración Nacional de Puertos, como así también acordar mecanismos para el desarrollo del ferrocarril y otras alternativas en infraestructura, lo que redundará en beneficio de la competitividad del país en áreas fundamentales para su economía, que es lo mismo que decir reciclaje de riqueza y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.