Locales | 05 Abr Dentro de las actividades que se pudieron disfrutar en esta semana que pasó, se contó con la reapertura del Museo de Historia y Artes Decorativas de Paysandú en Silván Fernández 1336.
Su dueño y director Mario Lescano, realizó esta reapertura a manera de sondeo de interés de la población para comenzar con una rutina lo más contínua posible para abrir el museo en forma gratuita.
En un amplio salón debidamente iluminado, resalta a la entrada, un empedrado de adoquines, aquellos mismos que quitaron de la zona de la aduana para la construcción de la Plaza Colón. “Acá está todo el pasado de Paysandú, no hay nada de otro departamento y todo lo que hoy tenemos tan moderno, acá tenemos lo mismo en versiones antiguas”.
“Todo lo que hay acá es original, no son copias, ni hay objetos de plástico. Entre los objetos resalta una cabeza de muñeca de porcelana con ojos de vidrios,que me animo a decir que es prácticamente única en el mundo, es alemana y data del 1906. Cuando el naufragio del ‘Titanic’ se encontró una exactamente igual. Esta cabeza estaba enterrada en el fondo del patio de un amigo. Así de esta manera me llegan las cosas, pero la mayoría las compro y solo un uno por ciento es donación”.
Esta pasión por lo antiguo viene de nacimiento con Lescano, sus hermanos se volcaron hacia la educación y él hacía la búsqueda de estas historias. “yo cuando fui a la escuela no aprendí nada, aprendí todo una vez que salí de la escuela. Cuando salía a pasear con mis padres me quedaba mirando las puertas antiguas, esas arquitecturas que ya no se hacen más, toda la zona del puerto” acota.
Cada pieza que llega a sus manos, obviamente que tiene su historia y Lescano se ocupa de resaltarla. Si bien no hay un memorándum que diga la cantidad de objetos que contiene el museo, él recuerda a cada uno de las valiosas piezas, el año de ingreso al museo y su ubicación. Por falta de lugar no ha puesto más elementos pero hay importantes colecciones de diferentes rubros como postales, serpentinas, envases de perfumes, libros forrados con hilos de oro que en cuanto se pueda verán luz. “Esto es un pálido reflejo de todo lo que tiene este museo y me dá lástima de todo lo que la gente se está perdiendo por no llegar hasta el museo, no sé si es por desinformación o por falta de interés que no llegan, pero dependiendo la respuesta que tengamos con esta reapertura veremos que hacemos porque ,me da pena tener todo este material y no utilizarlo”.