Locales | 06 Abr Para la Mesa Departamental de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), tanto la Intendencia Departamental como el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente están omisas en cuanto a disponer la creación de carteras de tierras para la construcción de viviendas de interés social, pese al reclamo de varios años que lleva adelante la federación.
Edgardo Pratt y Eduardo Pitetta, integrantes de la mesa, subrayaron que “el acceso a la tierra urbana desde 1970 es un punto reivindicativo de Fucvam, entendiendo que la participación del Estado debe ser ‘cuasi obligatoria’ para el cumplimiento de la Constitución y la Ley. La ocupación de tierras ejecutada por muchas cooperativas, es una herramienta que pone en la mano del Mvotma la posibilidad de acceder a terrenos ociosos de dominio estatal o municipal”. Acotaron que la Intendencia Departamental de Paysandú y el Mvotma “cuentan con un marco legal amplio, firme y claro para la creación de una cartera de tierras para viviendas, es decir el Decreto 4.179/02 del 17/05/2002, Decreto-Ley 14.530 del 01/06/1976, Ley 18.308 del 18/06/2008. Con voluntad política se crearía en Paysandú, una cartera de tierras de 150.000 m2 (rotatorios, con nuevos terrenos al ser abonados en los que se construye). Esto sacaría del mercado especulativo inmobiliario tierras urbanas para viviendas de interés social, que hoy están ociosas, esperando tener todos los servicios para venderlos a altísimos precios y en lotes pequeños”. Subrayaron que “hemos expresado en anteriores oportunidades que es la hora de dejar las promesas y ejecutar las soluciones: la vivienda es un derecho y no una mercancía; debe entenderse que el problema no pasa solo por la carencia del techo digno, sino por las consecuencias de vivir en un lugar ina decuado. Las enfermedades en esas condiciones se dividen en un 30% de infecto contagiosas, 34% psíquicas y 36% orgánicas, según fuentes que atienden el tema”. Aclararon que “no queremos regularizar asentamientos, ni tampoco realojos indignos, porque con eso se legaliza la pobreza. La Reforma Urbana no es una consigna, es una forma de ver el uso democrático a la ciudad y el acceso a ésta con igualdad de oportunidades. Si no veremos, ­al decir de Galeano, ‘que cuando se cayeron todos los muros, se sigue levantando uno invisible. Y es el que divide avenida Italia con barrios privados de un lado y del otro, ver privado de barrios por falta de tierras a los que menos tienen’. Y esto también vale para Paysandú, lamentablemente”.