Locales | 08 Abr Paysandú fue sede este miércoles del Segundo Congreso Nacional de Trabajadores del Taxímetro, en el que participaron delegaciones gremiales de Montevideo, Treinta y Tres, Costa de Oro, San Carlos y Rocha, a efectos de considerar una problemática común para el sector en todo el país, destacaron a EL TELEGRAFO dirigentes del sector.
El encuentro tuvo lugar en la sede del Sindicato de Obreros y Empleados de Norteña (SOEN) en la tarde anterior, y reunió a decenas de delegados que procuraron aunar puntos de vista ante los desafíos que se plantean a los choferes en el Interior, donde denuncian que no se respetan salarios mínimos y se desarrollan extensas jornadas de hasta doce horas, además de registrarse altos niveles de informalismo.
Carlos Silva, dirigente del sindicato nacional del taxi, en diálogo con EL TELEGRAFO, precisó que “hoy hemos dado un nuevo paso, que consideramos importante, en la consolidación de una herramienta nacional del gremio del taxi. El mes pasado se realizó el primer encuentro nacional, con cinco departamentos representados y esperamos el mes próximo tener también un nuevo encuentro, con mayor participación”.
Apuntó que “entendemos que es una instancia de singular importancia hacia la defensa de lo que es la necesidad de los trabajadores del taxi al día de hoy, en todo el Uruguay”, por cuanto en el Interior “existe una problemática común. Nosotros en Montevideo tenemos mayor experiencia y en 2008 la herramienta sindical cumplió cien años”.
Largas jornadas
e informalismo
Mencionó que “se ha impuesto una larga jornada de trabajo, de doce y más horas, por un salario que nosotros consideramos de hambre, y las consecuencias que conlleva estar doce horas sentados en un volante con la preocupación permanente de hacer un viaje para tener un salario”.
“En Montevideo, a raíz de la lucha obtuvimos una partida mínima que igualmente es mísera, y que aporta beneficios sociales, pero en el Interior del país todavía es un desastre, porque los trabajadores del taxímetro cobran jornales de miseria, la prepotencia patronal es cotidiana, como así también la represión sindical, en desconocimiento de los derechos fundamentales de los trabajadores”, explicó.
Consideró que “hay complicidad de las autoridades, porque nos encontramos con un Banco de Previsión Social (BPS) que en el Interior es prácticamente inoperante”, y las campañas que se han desarrollado a esos efectos “han sido insuficientes. Queda claro que los organismos del Estado en el Interior prácticamente no existen”, y subrayó que “existe corrupción” en esos ámbitos.
“Todo esto va a ser denunciado, como se debe hacer, a nivel del BPS en Montevideo, y convocaremos también al Congreso de Intendentes para que nos atienda”, destacó Carlos Silva.