Locales | 11 Abr “Sí, podemos decir que se ha iniciado el ‘proceso de restauración’ de la Basílica Nuestra Señora del Rosario”, confirmó a EL TELEGRAFO el cura párroco, padre salesiano Antonio Mazza, añadiendo que “no será una cosa fácil, ni por el tiempo que llevará ni por el costo de su recuperación total. Pero si nuestros antepasados lograron levantarla y volver a reconstruirla después del bombardeo (Defensa de Paysandú 1864-65), no veo por qué nosotros no podremos restaurarla”.
El costo del ambicioso proyecto, acorde a los estudios realizados por el estudio de los arquitectos Collet-Neri --con amplia experiencia en el campo de la restauración de edificios históricos entre los cuales varias catedrales de la Iglesia Católica en Uruguay y en el momento actual el techo de cobre del Palacio Legislativo--, sería de aproximadamente 800.000 dólares.
“Digo que no será cosa fácil --afirmó el padre Mazza-- aunque tengo la firme confianza de que lo lograremos y más rápido de lo que se pueda prever, porque habrá que trabajar mucho a través de comisiones dinámicas que se movilicen para andar, buscar y tener iniciativas. De todos los cálculos, presupuestos estimativos y planillas que ya están hechas, U$S 800.000 parece mucho, pero dividido y prorrateado en diez meses significan un grupo de ochocientas personas que donen 100 dólares por mes, aunque seguramente habrá organizaciones (profesionales, comerciantes, industriales, productores agropecuarios y otros como las colectividades extranjeras) que puedan poner algo más, reduciendo la exigencia a ese grupo de ochocientos colaboradores que le digo. ¡Yo tengo fe que así será”! Añadió que “también haremos los contactos necesarios en el exterior para obtener ayuda económica”.
Si bien por el momento no hay comprometido apoyo económico oficial, por tratarse de un Monumento Histórico Nacional, sí se espera contar con la declaración de Interés Nacional que se solicitó hace tres meses a la Comisión Nacional del Patrimonio, y de esa forma se podrá obtener desgravación impositiva, como por ejemplo en cuanto al IVA, en todo lo concerniente a obras.
Un año de estudios tÉcnicos
El cura párroco de la Basílica añadió que prácticamente “ya está realizado el proyecto de restauración en su totalidad. Calladamente durante todo el año 2009 se realizó todo el relevamiento del templo, se consultaron planos, fotos, estado de las pinturas interiores con análisis técnico de las pinturas empleadas, humedades y otros aspectos. Fue un enorme y costoso estudio que permitió detectar las urgencias para los pasos a dar y cuáles tienen que ser las soluciones de cada uno de los problemas encontrados”.
El estudio de los arquitectos Collet-Neri entiende que “en un año se hace toda la impermeabilización, techos, paredes, la instalación eléctrica y demás, para el año siguiente dedicarlo a las pinturas interiores y detalles. Es decir que si logramos el dinero en dos años, con algo más que debemos poner por los imprevistos, estaría concluida la restauración”.
Adelantó que en acuerdo de partes se habrá de realizar una forma de chequeo de lo que será la restauración de las pinturas interiores (incluyendo los frescos de la cúpula y bóveda), y se realizará un adelanto especial en el altar de María Auxiliadora, donde dos décadas atrás se comenzó algo parecido a una restauración que, por la evidente mala técnica empleada tuvo que ser interrumpida. Para ello dijo “del presupuesto total se desglosará esa parte de la restauración total y podremos aquilatar el trabajo de los técnicos contratados”.
Importante para paysandú
Respecto a lo que significará esta obra en lo anímico y material para Paysandú, el padre Mazza recordó que “yo estuve aquí como sacerdote joven hace 35 años y había otra fuerza en la ciudad, se hablaba del ‘Espíritu de Paysandú’, el escribano Adolfo Mac Ilriach siempre hablaba de ello. ¿Pero qué ha pasado? ¿No será el momento de que por medio de este emprendimiento de un ‘emblema espiritual’ como es la Basílica, Paysandú retome ese espíritu. Mire, a mí me duele mucho ver que hay sanduceros que de lunes a viernes se tienen que subir a un vehículo que los lleva a Salto a realizarse aplicaciones de radioterapia, porque en Paysandú no hay una bomba de cobalto ni un acelerador lineal; ¿no hay fuerzas vivas como para mover lo que sea y lograrlo?”
“Nosotros estaremos abocados en este ‘emprendimiento emblema de Paysandú’, así como una vez culminado pondremos todas nuestras fuerzas y esa misma organización si fuera necesario, para los emprendimientos que la ciudad crea conveniente realizar a través de sus fuerzas vivas”.

PINTURAS ORGÁNICAS
En 1898 el cura párroco Dámaso Moreira encomendó al pintor italiano Antonio Buscaglia decorar el Templo, lo que incluyó pinturas en paredes y columnas así como la técnica “al fresco” en la cúpula y bóveda. Para su magnífico trabajo que desarrolló en tres años, empleó elementos orgánicos como tierra de colores y clara de huevos de gallina como fijador.
Hoy se debe imitar el efecto de dichas pinturas y frescos con elementos químicos, en la medida que los orgánicos significarían el riesgo de una degradación rápida que se pretende evitar.

ORÍGENES EN EL SIGLO XVIII
En 1786 ya existía en el poblado de Paysandú una capilla de paredes de adobe y techo de paja, ubicada frente a lo que hoy es 18 de Julio a la altura del número 1224, acera sur frente a Plaza Constitución. Desde el 8 de febrero de 1805 y a solicitud de un grupo de vecinos el obispo de Buenos Aires, monseñor Benito Lué y Riega, crea el Curato de Paysandú y San Benito será el titular de la Parroquia conjuntamente con la Virgen del Rosario, que da nombre a la Basílica. El 14 de mayo de 1860 la Junta Económica Administrativa (lo que fuera una forma original de Intendencia) firmó el contrato para la construcción del templo con los italianos Bernardo y Francisco Poncini, la que comenzó ese mismo año. Los bombardeos que sufriera la ciudad en diciembre de 1864 la destruyeron casi totalmente cuando estaba a punto de terminarse. En 1872, bajo la administración del jefe político don Eduardo Mac Eachen, se llevó a cabo la reconstrucción del templo, completándose la construcción en el año 1879. Las columnas exteriores del ala Norte aún conservan incrustadas algunas municiones de cañón de la Defensa de Paysandú.