Paysandú, Viernes 16 de Abril de 2010
Locales | 10 Abr “Los vecinos encontraron este lugar para una audiencia pública en que se les puede escuchar, ya que no han tenido respuesta institucional para el problema puntual que les aqueja”, manifestó el edil nacionalista Nicolás Olivera en el plenario de la Junta Departamental, quien entiende que “el menor problema que tienen es el del ruido”.
Dijo que “entre los muchos contactos institucionales que hicieron frente a la Intendencia y la Jefatura de Policía -desconozco si lo hicieron ante el INAU- presentándose formalmente, exponiendo la situación y luego iniciaron una especie de ronda entre las personas que van a comparecer en la elección del 9 de mayo, aspirando a ser el nuevo intendente de Paysandú. En charla con alguno de ellos comprobé que todos podemos tener deseos y muy buena voluntad para solucionar esto pero no tenemos la manera para ello por no tener formalmente el poder de dar una respuesta, una solución a esta gente, a la que simplemente podemos decir ‘si a nosotros nos toca, haríamos esto o lo otro’, lo que quizá suena lindo”.
“El tema es hoy y lamentable o afortunadamente le toca (buscar una solución) a la intendenta, jefe de Policía y jefa del INAU de turno, prescindiendo del color político. Digo lamentablemente, porque es una situación ante la cual se tiene que tomar una serie de medidas, a lo mejor poco simpáticas en el período preelectoral que estamos viviendo y que quizá puedan concitar el disfavor de mucha gente”, añadiendo que “el intendente de cada departamento tiene, dentro de los primeros cometidos otorgados por la Constitución de la República, el cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes”. En cuanto a la expresión “afortunadamente” que empleó, Olivera dijo que “están ahí, ocupando cargos electivos porque quisieron hacerlo y ser responsables de este tipo de situaciones y dar soluciones a la gente”.
Dar una respuesta institucional
El edil nacionalista sostuvo que “tenemos que dar una respuesta institucional a esta gente, qué es lo que piensa la Junta Departamental respecto del tema y no solamente tenemos que mirar por ellos, no debemos ponernos -necesariamente- en el lugar de ellos, sino en el medio de la situación”.
“Ubicándome en lo que yo creo que es el medio de todos y sin ánimo de herir alguna susceptibilidad, entiendo que de todos los problemas mencionados en torno de la plaza Artigas, voy a decir que el menor de todos ellos es el de los ruidos, es el tema de la molestia de esos vecinos. Muchos de quienes están aquí arriba (vecinos en la barra de la sala de sesiones) dirán ‘pero ese para nosotros es el mayor de los problemas’, pero no, para mí es el menor”.
“Sentado aquí en la Junta Departamental como persona que fue electa para defender no solamente los intereses de un grupo sino de todos los ciudadanos sanduceros, puedo decir por qué es el menor de los problemas. Evidentemente son todos problemas graves -aclaró- pero se ha hecho mención a un ‘rosario’ de situaciones que exceden lo que puede ser una falta administrativa: si hay alguien que por escuchar música se pasa de volumen, molesta al vecino; constatada la situación la Intendencia puede aplicarle una multa, una sanción pecuniaria o sea que se soluciona con dinero”.
“Pero hay otras cosas que no se solucionan con una multa, cuando veo cuando hay vecinos que me dicen que en la puerta de su casa le hacen ‘las necesidades’, que parejas del mismo o distinto sexo tienen relaciones en la vía pública, cuando se me dice que es evidente que hay un trasiego de drogas en la plaza Artigas o que se vende bebidas alcohólicas a menores de edad. O que algún vecino por quejarse ante estas personas que cometen tropelías, no tienen reparos en insultarlos e incluso llegar a la agresión o aparecen los vidrios rotos de autos y casas, yo empiezo a ver que el de los ruidos molestos es el menor”.
Muchas de esas
conductas son delitos
Olivera, quien es abogado, sostuvo que “muchas de las conductas que menciono son delitos que conocemos y que se lo mencionó al jefe de Policía, que no es tonto, por lo que no creo que necesite de un grupo de vecinos que le diga qué es lo que está pasando en plaza Artigas. Me imagino que tendrá su personal dispuesto para conocer lo que está pasando”.
Interpretó que “muchas de estas cosas constituyen delito porque si yo voy a 18 de Julio y me bajo los pantalones, seguramente al otro día estaré en el Juzgado y me van a decir que hice algo que no podía (ni debía), lo que se puede considerar delito por ‘atentado violento al pudor’. Cuando por quejarme y pedir que bajen la música me aparece un vidrio del auto roto, es un delito de ‘daño’; cuando se me pide peaje para entrar a mi casa podemos estar ante un delito de ‘violencia privada’ o si se me insulta ante una cantidad de gente podemos estar ante un delito de ‘injuria’, según de dónde venga o hacia dónde va el insulto”.
También cifró su esperanza de que “este problema no suba y llegue finalmente a Zorrilla de San Martín y 18 de Julio”, en alusión a posibles acciones penales que encaren los afectados. En consonancia a dicha reflexión, solicitó -como ya se ha informado- que se oficie al Ministerio Público Fiscal para que quede latente la posibilidad de eventuales acciones judiciales.
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