Opinion | 12 Abr “Uruguay tiene los autos más caros del mundo por culpa de los impuestos. Por eso tenemos un parque automotor de autos viejos, de bajo rango y desprovistos de elementos de seguridad como los airbags y el ABS, que son obligatorios en otros países”. Esta es la conclusión a la que llegaron, según informó “El País”, dos expertos del estudio Ferrere al analizar el fuerte componente impositivo en el precio de los automóviles en Uruguay.
El 49% del precio de los automóviles provenientes de fuera del Mercosur es impuestos, y el 39% si provienen de Argentina, Brasil o México, con los cuales Uruguay tiene un tratado de libre comercio. Evidentemente, a través de los años, los gobiernos de Uruguay han considerado que tener un auto es una manifestación de riqueza.
Por ello tienen a los vehículos como una importante fuente de recursos fiscales: IVA, Imesi, Impuestos aduaneros, IRPF en la venta de usados, patente e impuesto al patrimonio. Esto también se aplica a los combustibles, los más caros de la región debido a los elevados impuestos, y los repuestos. Del precio de las naftas, un 44% son impuestos.
Más allá de pagar más por un vehículo, existe un problema de mayor importancia: la seguridad. Además de viejos y caros, los autos que circulan en nuestro país son inseguros pues carecen de elementos de seguridad que son obligatorios en los países del primer mundo desde hace más de 10 años, como el airbag y el freno ABS.
Las cifras de accidentes son claras. La tasa de mortalidad cada 100.000 accidentes en Uruguay es de 17, mientras en Chile y Bolivia es de 11, en Costa Rica de 13, en Alemania de 7 y en el Reino Unido de 5, según el sexto Reporte Mercosur de Siniestralidad del Instituto de Seguridad Vial de Argentina. Muchas veces en las rutas y calles se ven circular vehículos de varias décadas atrás y en estado lamentable, que ponen es serio riesgo la vida de sus ocupantes, de quienes viajan en otros automóviles y de los peatones. Diversas pruebas han demostrado que, incluso en un auto pequeño pero moderno, las personas se encuentran mucho más seguras que antes. El gobierno debería estudiar si no es conveniente bajar los impuestos para que los uruguayos puedan adquirir autos más modernos y así ganar en seguridad, además de confort, menor contaminación y menor consumo de combustibles.