Opinion | 13 Abr El Monumento a Perpetuidad luce una renovada fachada que implica un verdadero “antes y después” respecto al mal estado en que se encontraba hace algunos meses. Quienes se hayan detenido a observar las obras recién culminadas seguramente han podido observar que se trata de un excelente trabajo de restauración, que ha permitido al pórtico recobrar su lozanía. En especial se destaca el trabajo de molduras del pórtico, que luce perfecto y recién pintado.
La fachada está ahora en consonancia con la reactivación que ha tenido este histórico lugar, una verdadera joya patrimonial que posee la ciudad de Paysandú y que durante muchos años no tuvo la atención que merecía.
La obra de restauración del pórtico fue financiada por la Comisión Nacional de Patrimonio tras una gestión realizada por las autoridades municipales, los Amigos del Museo y los guías del lugar ante la ex ministra de Educación y Cultura, María Simón, quien durante una visita al lugar comprometió recursos para la ejecución de la obra, los que llegaron en tiempo y forma.
La mano de obra fue aportada por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, en tanto que en el interior del lugar --que es monumento histórico nacional-- la Intendencia continúa realizando trabajos de mantenimiento de los monumentos allí existentes.
No se trata sólo de mejoras edilicias y de infraestructura, sino que el lugar ha tenido un verdadero cambio en los últimos años apostando a una gestión dinámica y moderna de la mano de guías jóvenes, bien preparados y creativos.
Esto ha llevado a que el Monumento a Perpetuidad sea visitado constantemente por escuelas y liceos, algo poco común de ver en un cementerio y un aporte interesante para la formación de la identidad local y la concientización del cuidado de los bienes patrimoniales, puesto que mal se puede cuidar lo que no se conoce.
En definitiva, la buena gestión de este museo al aire libre ha sido el principal elemento para que las autoridades nacionales se decidieran de una buena vez a destinar recursos para el adecuado mantenimiento y de buscar la forma para que a través de una acción interinstitucional fuera posible conjugar esfuerzos para la mejora del lugar.