Nacionales | 19 Abr El último bastión
Dicen que para multiplicar las posesiones, no existe mejor estrategia que valorar y cuidar lo que se posee para luego utilizarlo como plataforma para la expansión. Esa parece ser la filosofía aplicada por los colorados en Rivera, único bastión que han logrado conservar desde 2005 y que, según las encuestas, estarían a punto de retener en las elecciones de mayo. De acuerdo con un informe divulgado por “El País”, blancos y frenteamplistas, ignorando el resultado de los sondeos, virtualmente se “sacan los ojos” por posicionarse y ganar preferencias entre los electores. Por estos días las calles riverenses lucen estampadas con carteles políticos, pasacalles y columneras, en tanto los aspirantes al cargo (nueve hombres y una mujer) intercambian acusaciones y calientan aún más la campaña. Las municiones nacionalistas no solo alcanzan a los candidatos de otras fuerzas políticas, sino también a aquellos dirigentes blancos que, ante lo complicado de la empresa, decidieron abandonar la batalla. Una publicidad del dirigente herrerista Juan Damboriarena (El Vasco) alude a los disidentes y sentencia: “los blancos no se venden ni se van”. Mientras tanto, los seguidores del también herrerista Fernando Araújo acusan al actual gobierno departamental de “contratar familiares y dirigentes blancos, comprando conciencias”. Muchos aspirantes y un solo cargo, circunstancia que hace de la campaña riverense la más entretenida de una, hasta el momento, aburrida antesala de los comicios municipales.
Campaña disidente
Un escenario preelectoral diferente, donde el crecimiento del Frente Amplio se presenta como un fenómeno en plena consolidación, obliga a que muchos dirigentes de la oposición unan fuerzas en pos de mantener alejada a la izquierda de sus históricos bastiones. Los acuerdos, considerados por algunos sectores como inadmisibles actos de disidencia, añaden algo de incertidumbre a la campaña y plantean un mapa político de fronteras cada vez menos nítidas. Según el mismo matutino, la Lista 151515 del Partido Colorado ratificó en San José su apoyo al nacionalista José Falero, al tiempo que rechazó el pronunciamiento de la Convención colorada, desde donde se conminó a sus dirigentes a romper el acuerdo. Si bien se exponen a duras sanciones, Francisco Zunino y Carlos Fajardo mantienen su posición y en las últimas horas se reunieron con el senador Juan Chiruchi y el propio Falero, a quien ratificaron su apoyo. “Hemos resuelto ratificar nuestro total y absoluto apoyo incondicional a la candidatura a la Intendencia Municipal de San José del señor José Luis Falero”, afirmaron. Parece que la disidencia es uno de los rasgos característicos del nuevo Uruguay político.
Infierno blanco en Cerro Largo
La interna nacionalista tampoco irradia concordia. De acuerdo con la información divulgada por “La República”, los senadores Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga debieron suspender una visita a Melo prevista para este fin de semana porque los dirigentes locales se negaron a compartir un estrado. Según parece, los senadores llegarían a tierras “arachanas” para apoyar las candidaturas a la Intendencia de Sergio Botana (Alianza Nacional) y Fernando Riet (Herrerismo), pero el dirigente herrerista Pedro Saravia (quien en esta oportunidad apoya a Botana), se negó a compartir estrado con sus ex correligionarios, con quienes mantiene un duro enfrentamiento.
Fuentes cercanas a la dirigencia blanca dijeron al matutino que “este tipo de enfrentamientos estériles no hacen otra cosa que favorecer a la izquierda, que históricamente se encuentra con marcadas posibilidades de disputarle el poder municipal de los blancos en Cerro Largo”. Mientras algunos sectores blancos niegan que estas escaramuzas pongan en riesgo la victoria de mayo, Saravia se remitió a una frase de Larrañaga que establecía que en Cerro Largo a “los pucheros” los cocinan y los comen los blancos. “Entonces no podemos aceptar que vengan a subirse a un estrado con todos nosotros, cuando tenemos entre los candidatos diferencias notorias de criterios”, agregó. Dijo estar afín a la visita de los dirigentes, pero insistió en que las diferencias no admiten un acto conjunto, sino dos por separado, cada uno en su local partidario.
A río revuelto...
Otro departamento tradicionalmente afín al nacionalismo que podría cambiar de rumbo es Flores, donde el enfrentamiento entre el Herrerismo y el ex intendente y legislador Carlos Mazzullo, podría provocar un trasiego de votos hacia el Frente Amplio que cambiaría la tendencia de unas encuestas claramente favorables a la divisa blanca. Uno de los históricos candidatos frenteamplistas de Flores, el escribano Ricardo Longo, aseguró que actualmente unos 3.000 votos de Mazullo que “están en la vuelta” y “llegado el caso “podrían definir la elección”, en tanto el otro candidato frenteamplista, Martín Pedreira, opinó que “los ‘mazzulistas’ son contrarios al intendente”.