Locales | 19 Abr Descendientes indígenas, agrupaciones tradicionalistas, sociedades nativistas, aparcerías y asociaciones criollas cumplieron una vez más con el homenaje al antepasado indígena en Salsipuedes, tras una marcha. Las aparcerías recorrieron 78 kilómetros desde Guichón hasta el Memorial Charrúa, en una peregrinación que llevó dos días de cabalgata, fogones y actos en cada uno de los centros poblados visitados en la ocasión.
En la segunda jornada de actividades, los jinetes partieron temprano desde la estancia “La Lolita” y promediando la mañana se efectuó un acto en la Escuela Nº 29 “Vaimaca Perú” de Tiatucura. Posteriormente las aparcerías se  concentraron junto al Memorial Charrúa y al mediodía tuvo lugar el acto de recordación, homenaje y ofrenda,
En la oportunidad el escribano Álvaro Lamas en nombre del grupo Creativos de Guichón hizo énfasis en mantener viva la memoria colectiva, repasando parte de lo que fue el proceso histórico de Salsipuedes, en tanto el profesor Gonzalo Abella expuso sobre las repercusiones que tuvo el genocidio en el contexto nacional y regional.
Por su parte el doctor Atilio Esquivel Gaona, Danny Silveira y otros integrantes del grupo Creativos de Guichón entregaron una réplica en miniatura del Memorial Charrúa a familiares de Pablo Valdez, en reconocimiento y recuerdo del vecino guichonense recientemente desaparecido. Valdez – fallecido el 7 de febrero último – fue integrante también del grupo Creativos e impulsor de varios proyectos en Guichón y zonas de influencia, tales como el club Obreros Unidos, la oficina del Instituto Nacional de Colonización en Guichón, teniendo también a cargo la agencia de la Onda. Seguidamente los nietos de Corina Gutiérrez y Pablo Valdez depositaron una ofrenda al pie del memorial.
En tanto, la joven Maida Silveira dio lectura al mensaje que al finalizar los actos protocolares el chasque Pablo Centurión, de la aparcería Tiatucura, arrojó a las aguas del arroyo Salsipuedes Grande. Luego alumnos de la Escuela Nº 29 Vaimaca Perú de Tiatucura leyeron un poema de un residente del lugar: “Taita Cepé”.
Finalmente el ingeniero Roberto Ceriani en representación del gobierno departamental y la directora de Cultura de la Intendencia de Paysandú, Nelly De Agostini, entregaron una plaqueta a los familiares de Pablo Valdez. Pasado el mediodía los participantes en la marcha compartieron un almuerzo de confraternidad en la escuela.
Culminó la jornada con una propuesta artística en la que actuaron el payador y escritor de Rivera Reginaldo Quintana, el trío folclórico Abriendo Camino y el grupo de danzas tradicionalistas Santa Isabel de Paso de los Toros.