Deportes | 19 Abr “La cancha estaba imposible, llena de agua, con partes barrosas, pero no hay excusas. Nos vamos tranquilos porque seguimos arriba”, dijo el sanducero Egidio Arévalo Ríos tras el partido. El vestuario carbonero tuvo palabras mesuradas tras el clásico. “Lo más rescatable es que el grupo sacó a relucir rebeldía, y logramos un empate aunque merecíamos un poco más porque tuvimos las mejores chances de gol”, agregó el volante.
“Sirve para mantener la diferencia en la anual, pero si bien Peñarol siempre tiene la obligación de ganar creo que el resultado fue justo”, dijo por su parte el golero Sebastián Sosa. “El mejor momento de ellos estuvo en el primer tiempo y la atajada más exigente fue ante Blanco, aunque me dio para saltar en el momento justo”, afirmó.
El capitán Antonio Pacheco también se refirió a la cancha. “Es una lástima como estaba la cancha, pero esto es fútbol y cuando no se puede jugar al fútbol hay que intentarlo de otras maneras como lo hicimos por momentos.
Seguiremos trabajando para los próximos partidos, pensando en Danubio y en terminar el campeonato de la mejor manera”, aseguró. Por su parte, Guillermo Rodríguez se mostró conforme con el punto porque “el equipo sabía que no tenía que perder, e igualmetne tuvimos varias chances de gol”.
Diego Aguirre, el técnico carbonero, señaló por su parte que “en el segundo tiempo el partido se hizo malo, el estado de la cancha hizo que se hiciera disputado y no apareciera el fútbol. Lo positivo es que nos acercamos al objetivo de la tabla anual, que era muy lejano y hoy lo tenemos muy cerca”.