Deportes | 21 Abr Peñarol ya está sumergido en Los Aromos pensando en mantener el invicto a lo largo de las dos fechas que restan por disputar en el Torneo Apertura, y con el título anticipado debajo del brazo piensa en las finales del Uruguayo que tendrá que disputar frente a Nacional. Una victoria el fin de semana frente a Danubio le dará definitivamente la obtención de la tabla anual y, como consiguiente, la posibilidad de contar con una interesante ventaja deportiva a la hora de afrontar los clásicos por el campeonato.
Pero mientras el técnico Diego Aguirre piensa en el aspecto deportivo, los dirigentes están centrados en ver la manera de mantener el plantel de cara a la segunda parte del año. Es que este equipo conformado por los carboneros está asegurado solo hasta el término del Uruguayo 2009-2010, y ahora es tiempo de negociar para que el plantel no se descalabre pensando en lo que se viene.
Y dentro de las prioridades de los dirigentes está mantener al sanducero Egidio Arévalo Ríos, baluarte en la mitad de la cancha, así como también al delantero argentino Alejandro Martinuccio. Por lo pronto, los liderados por Juan Pedro Damiani afinan números teniendo en cuenta que la continuidad de ambos dependerá de los dólares que se pongan sobre la mesa, barajando además la chance de aferrarse a las opciones de compra de ambos jugadores.
El Monterrey azteca, dueño de la ficha de Arévalo Ríos, dio opción a los carboneros por el pase a cambio de 800.000 dólares, mientras 1.000.000 de la moneda estadounidense es el valor del pase de Martinuccio, cuya ficha pertenece a un grupo inversor argentino.
Pero Peñarol tendrá rivales y no solo en el aspecto económico, dado que el sanducero es pretendido desde Europa y todo hace indicar que en breve podría llegar una jugosa oferta al futbolista, mientras que el argentino fue observado por un emisario italiano durante el choque clásico del pasado domingo.
¿Cómo podría hacer Peñarol para poder hacer frente a este deseo? Negociar la ficha del juvenil Gastón Ramírez, en el que están centradas las esperanzas de comenzar a borrar los números rojos del balance carbonero, que espera sumar 5:000.000 de dólares por el traspaso del volante.