Locales | 25 Abr Ayer se realizó en nuestra ciudad una jornada dentro del evento denominado Flisol 2010, Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre, en el Centro Universitario.Este es un evento anual que se realiza en toda América Latina, y en esta edición 2010 han sido confirmadas como sede 200 ciudades en todo el continente, con eventos en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Venezuela y por supuesto en nuestro país, lo que convierte a este festival en el evento de Software Libre más grande del mundo.
Gabriel Rodríguez es uno de los organizadores del festival en nuestra ciudad y manifestó a EL TELEGRAFO que “el número de participantes fue muy bueno y con muchos estudiantes de UTU. Comparando la edición anterior con la de este año, vemos que está cambiando la gente que se actualiza. Antes era más que nada estudiantado pero en esta oportunidad vimos muchos usuarios o gente que tiene interés en cambiar de sistema operativo, como así también algunos docentes. Hemos evacuado muchas dudas, incluso de aquellos que están operando con el sistema Linux desde hace un tiempo”.
Un avance significativo ha tenido en nuestro país el sistema operativo Linux debido a que es el usado en las computadoras XO del Plan Ceibal. Rodríguez indicó que “el Plan Ceibal acercó el Linux a los hogares. Gente que no tenía computadoras en su casa o que las tenían con Windows, vieron que hay otras alternativas, interfaces distintas, softwares diferentes y se dieron cuenta que con otro sistema operativo podían hacer exactamente lo mismo que con el que estaban usando. El Plan Ceibal ayudó a que la gente se interese por el software libre”.
Para el usuario común de internet no existe diferencia entre Linux y Windows. Las diferencias están en las interfaces gráficas. “Los escritorios han evolucionado al punto que son mucho más avanzados que los de Windows y con mayor facilidad de uso” explicó Rodriguez.
La utilidad de este sistema en el mundo viene creciendo, pero aún cuesta acostumbrarse a estos cambios. “Hay una fuerte presión de las empresas que hacen software privativo a que se continúe utilizando y se inventan estrategias de ventas, las asocian a las ventas de hardware y ya venden los equipos con el Windows instalado. Eso es muy evidente en los equipos más nuevos que se están vendiendo; es muy raro poder comprar un notebook sin sistema operativo. Es una estrategia de venta para mantener el público”. Hay que tener en cuenta que el software libre dista mucho de ser algo ilegal, como mucha gente lo tiene entendido. “Todos los software están respaldados por una licencia de uso; esas licencias, en el caso del software privativo, restringen el uso para una sola máquina y no se puede copiar. Por el contrario el software libre también tiene una licencia pero con una libertad para trabajar otorgado por un marco legal necesario para poder utilizarlo respetando las libertades que este sistema promueve. Una persona o empresa que utilice el software libre está totalmente legal”, finalizó Rodríguez. En Paysandú se ha formado un grupo de usuarios de Linux y pueden visitar la página o enviar consultas navegando en www.linukpay.org.