Rurales | 26 Abr Cuando se aproximan las primeras heladas el mercado de haciendas está extremadamente firme, tanto para el gordo como para la reposición. El “test” más importante será a partir que comiencen las madrugadas frías y con heladas, que secarán los pastos y seguramente elevarán la oferta o moderarán la demanda en el caso del ganado de reposición.
Pero por el momento nada de eso se percibe. Desde los frigoríficos la demanda es sostenida y con precios al alza. Los buenos novillos pesados se pagan a U$S 2,67 el kilogramo de carne a levantar y con plazo y las vacas pesadas lo hacen a U$S 2,40. Las entradas son relativamente rápidas, a una semana o menos.
Todos los operadores consultados por Negocios Ganaderos coinciden en señalar que no se perciben señales en cuanto a que la demanda pueda moderarse en el futuro cercano.
La firmeza en los precios de la reposición es un factor adicional que retrasa la venta de animales a frigorífico. Reponer es muy caro y hay pasto suficiente como para seguirle agregando kilos al ganado de forma barata. Al menos hasta que lleguen los primeros fríos. En ese momento pueden bajar los precios de la reposición --sería lo lógico-- y se volvería más atractivo vender para salir a comprar. Claro que muchos invernadores pueden estar pensando lo mismo, con lo que habría un crecimiento en la presión de oferta de ganado a faena.
demanda
En cuanto a la demanda externa por carne vacuna persiste la firmeza. Igual se notó que los importadores tanto de Rusia como desde la Unión Europea se mostraron algo reticentes esta semana a hacer más operaciones. Los europeos operaban de forma cautelosa desde hace un par de semanas y se sumaron los rusos en estas últimas horas.
Ha habido una marcada suba en los precios de exportación desde que Rusia adjudicó las cuotas de importación a mediados de marzo. Más allá de oscilaciones coyunturales, lo más factible es que el mercado siga demandado en el mediano plazo.
Pocas semanas atrás no estaba en los cálculos más optimistas la posibilidad de que en estos momentos del año se estuvieran vendiendo novillos a U$S 2,70. Tampoco se imaginaban los precios a los que están importando distintos cortes a Rusia. Quizás sí podía suponerse un mercado de la reposición muy firme --como se viene dando-- de la mano de una oferta relativamente baja y de la abundancia de forraje.