Locales | 27 Abr Al transmitir su planteo a los candidatos a intendente a través de un memorandum, la Mesa Departamental de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), consideró que en el Uruguay existen herramientas para el aceso a la vivienda y que se necesita voluntad política pata utilizarlas.
Subrayó que “no queremos regularizar asentamientos ni tampoco realojos indignos, porque con eso se legaliza la pobreza. Lo que es peor, proyectos como el PIAI no solo regularizan asentamientos, sino que tienen un alto costo por la intermediación empresarial y generan deuda externa, al ser dinero que viene de organismos internacionales de crédito. Hay que redistribuir mejor, porque según el INE (Instituto Nacional de Estadísticas), en los últimos 8 años, 50.000 familias llegaron a su ‘casa de descanso’, mientras que otras 50.000 familias fueron a parar a los asentamientos irregulares: esto quiere decir que todos los días 50 personas se van a vivir a un asentamiento”.
Precisó que las cooperativas de viviendas por ayuda mutua, desde su irrupción en 1970, han tenido como primordial inconveniente la adquisición de los terrenos. “Los primeros grupos se vieron beneficiados con el poder adquisitivo existente; la solidaridad del empresariado hacia sus trabajadores y la comprensión de los vendedores”, expuso, “pero en 1973 esto cambió y Paysandú fue la vanguardia, al impulsar desde la Mesa Departamental de Fucvam, con el apoyo del Arq. Juan Carlos Siázaro, la concreción de una cartera de tierras”.
Lamentablemente “se fueron entregando terrenos y no se compraron nuevos: era una de las maneras de bloquear el desarrollo del movimiento. Desde la órbita de la Intendencia hubo escasa intervención sobre el territorio en lo que se refiere a viviendas. Se han comprado y/o canjeado algunos terrenos, con destino mayoritariamente a realojo, algunos con fondos de CARU, pero la democracia no mejoró la situación”, agregó la federación.
Sostuvo que “el marco legal disponible y las herramientas para llevarlo a la práctica no han sido aplicados. Paysandú no ha podido desarrollar cartera de tierras para viviendas, acorde a las necesidades de su población”. Igualmente, en mayo de 2008 “se ofrecieron terrenos para el Complejo Bulevar (155 familias) y Covique-Cooperativa de Quebracho (12 familias). Estos terrenos tuvieron varias dificultades para poder ser presentados ante el Mvotma”, destacó el movimiento sanducero.
Paralelamente “hay cinco grupos cooperativos que están negociando con particulares por tierras, tras un gran esfuerzo de ahorro propio (limitado por cierto) y en cada fin de semana juntan un par de miles de pesos con beneficios de todo tipo”.