Expectativa por decisión de Casinos

Locales | 29 Abr Hotel con 63 habitaciones en tres categorías, confitería, salón de usos múltiples y casino sería la opción que presente en un futuro mediato el ex Gran Hotel Paysandú, de acuerdo a lo manifestado a EL TELEGRAFO por fuentes vinculadas a la empresa titular del edificio, aunque tal idea está vinculada a la decisión de la Comisión Especial que adjudica los casinos. Cabe recordar que a la licitación realizada en octubre de 2009 se presentaron dos empresas, una con proyecto de termas y la otra con la construcción de un hotel de cuatro estrellas, y se decidirá entre ambas.
La iniciativa de los ocho socios del ex Gran Hotel de volver a brindar un servicio de hotelería de calidad incluye también un salón con entrada independiente del lobby con capacidad para más de 100 personas, donde podrían realizarse eventos y congresos. Eso estaría ahora complementado por la posibilidad de contar con el casino, aunque no administrado por ellos, y la confitería, que también estaría vinculada al permisario del centro de juego.
“Eso, y otros temas burocráticos de importación, demoró un poco la terminación del edificio, porque para instalar el casino hay que hacer también otras reformas”, dijo nuestra fuente.
Vuelve kaskira
El casino ocuparía el local donde estaba el Banco de Seguros del Estado, con más de 400 metros cuadrados, y se anexaría la ex casa del gerente, con dos plantas y una superficie similar.
También tendría conexión directa con el lobby del hotel y la confitería, cuyo servicio también sería regenteado por la misma empresa que trabajaría el casino. “El proyecto de la empresa Kaskira S.A. se presentó completo para la licitación, con las máquinas slots que se instalarían y las distintas mesas de juego de paño. Es una propuesta muy interesante”, afirmó el consultado, agregando que “la confitería también es importante para el casino, porque pueden tener distintos servicios, y por ejemplo servir un lunch a las cuatro de la tarde a todos quienes estén jugando, como una gentileza que es común en esos niveles”.
Los dueños del hotel tienen firmado un documento por el cual se comprometen a arrendar el espacio necesario para el casino, y concesionan la confitería que deberá también encargarse del servicio del hotel, como los desayunos y comidas.
Esta empresa, de capitales argentinos, ya conocía Paysandú cuando mantuvieron reuniones por la posible construcción del hotel de la costa, en la zona del obelisco.
En su haber tienen algunas inversiones en el sector turístico y de casinos en la Argentina; concretamente, Kaskira tiene la concesión del hotel y casino Mayorazgo de Paraná, en la vecina provincia de Entre Ríos, y desarrolla un proyecto similar en un hotel cuatro estrellas de Formosa.
En su momento se dijo que uno de los integrantes de esa sociedad sería el conductor televisivo argentino Marcelo Tinelli.
DEMORAS BUROCRÁTICAS
En cuanto al hotel, las estimaciones primarias de terminación de la obra no pudieron cumplirse “por varias razones”, se dijo a EL TELEGRAFO. Entre ellas, se citó la demora en la entrega de la documentación para la exención de impuestos a la importación de buena parte del equipamiento del hotel. “Se recibió el certificado en junio, y había vencido en abril”, ejemplificó nuestra fuente, afirmando que “lo importado ya está comprado y en la zona franca, esperando la autorización para el ingreso formal al país”. Ese equipamiento incluye las cerraduras electrónicas y los equipos de aire acondicionado, por ejemplo. “Los sommiers y el resto del equipamiento ya está comprado también”, agregó. Otro de los motivos de la demora en la obra se dio en los aparatos sanitarios, que se habían negociado con la empresa Metzen y Sena, “e incluso la mayoría estaba pronto para ser entregado, y la empresa cerró, por lo que quedó allí y hubo que importar de Brasil, con todo el trámite que lleva”.
La plata “enterrada”
Con una inversión total -incluyendo la compra del edificio- estimada en dos millones y medio de dólares, el hotel ya absorbió buena parte de ese dinero con las reformas internas que hubo que realizar.
El cambio de toda la cañería de agua, que se instaló de termofusión, las nuevas calderas para agua caliente, una a gas y otra de emergencia a energía eléctrica, los paneles solares para calentar ese agua y disminuir el consumo de otras energías, la instalación eléctrica a nuevo, la renovación de los aparatos sanitarios y la reforma de la mayoría de las aberturas y de las habitaciones, demandó muchas horas de trabajo y su correspondiente capital.
También el cambio de subestación de UTE por una de mayor carga y potencia, la que abastece al hotel y otros edificios de la zona, demandó la construcción por la empresa de una sala nueva, especialmente diseñada, y con entrada independiente.
Si bien las fuentes no quisieron hablar de fechas de culminación de obras, porque precisamente depende de lo que sucederá con el casino, dijeron que desde el momento en que se resuelva esa situación “en 120 días estaremos inaugurando el nuevo hotel”.