OPINIONES

Locales | 25 Abr “QUE NO TE DUERMAN CON CUENTOS DE HADAS”
En agosto del año pasado, se iniciaba uno más de los tantos “culebrones” vinculados con actos de corrupción, que se verificaron durante el gobierno de Tabaré Vázquez. Fue por entonces, cuando se presentaron las denuncias de irregularidades en la facturación de horas a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), por la empresa “Clanider SA”, encargada de la tarea de limpieza en el Hospital Maciel. Las denuncias referían a millones de pesos que la empresa de la mujer del senador frenteamplista Eleuterio Fernández Huidobro, le sobrefacturó al hospital. En setiembre pasado, el Tribunal de Cuentas confirmó que entre el 1° de mayo de 2008 y el 31 de mayo de 2009, “Clanider SA” facturó al Hospital Maciel la suma de $4.163.290, que correspondían a horas de trabajo socioeducativo del personal, monto que, en función del pliego de condiciones, debía correr por cuenta de la empresa. El 9 de febrero, seis meses después de las denuncias de irregularidades en la facturación de horas, informaba El País, que “la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) resolvió plantear ante la Justicia la rescisión del contrato con Clanider SA...”. De acuerdo con lo que indicaban las fuentes de ASSE a El País, “el objetivo es que la Justicia declare la nulidad del contrato, como consecuencia de las irregularidades cometidas por la empresa”.
A su vez, informaba el matutino que “el Directorio de ASSE también resolvió iniciar un juicio civil, con el propósito de recuperar el dinero que Clanider SA sobrefacturó al Hospital Maciel”, para lo cual ya dio instrucciones a los abogados del organismo para que presenten, en breve, el pedido de conciliación. A medida que el desenlace del caso “Clanider SA” se vuelve inminente, solo un pensamiento me asalta: ¡Qué fácil que resultó “meter la mano en la lata” en el Uruguay “honrado” del Frente Amplio y no perder la mano! “Clanider SA” se robó más de cuatro millones de pesos, los cuales representan a la cotización del dólar hoy, más de 200.000 dólares, y ASSE le pide a la justicia que la condene a devolver el dinero robado, con lo cual se zanjaría el asunto. El desenlace, resulta inadmisible. Es algo así como decirle a la ciudadanía que si necesita dinero “fresco”, “contante y sonante” para algún negocio, o inversión, simplemente vaya y róbeselo al Estado, que cuando mucho y en el caso que lo descubran, le exigirán que devuelva lo robado. Solo lo robado, porque todo aquello que usted haya podido ganar con el negocio o la inversión que hizo con ese dinero robado, será suyo. Como se dará cuanta el amigo lector, el desenlace del caso “Clanider SA” no podría ser más favorable a los ladrones que éste. Fíjese que de resultar finalmente como se informa en la prensa, “Clanider SA” podría, lejos de ser penado por la ley, ¡ser premiado por ésta! Y véase que el fallo aún no salió, por lo que los 200.000 dólares aún pueden estar siendo “bicicleteados” por ahí en algún negociado, generando buenos dividendos.
El “honrado” Frente Amplio se rasgaba las vestiduras por los ladrones de “guante blanco”. Se horrorizaba y horrorizaba a la población al respecto. Prometía cortar manos y demás mutilaciones para estos tan distinguidos como viles ladrones. Sin embargo, la plata de los casinos municipales de Montevideo no apareció nunca, ni aparecerá y probablemente está dándole jugosas ganancias a quien se la robó. Y sea quien sea, nadie está ya preso, ni demorado, ni nada, por lo que está disfrutando de esa guita sin escrúpulo alguno. La mujer de Fernández Huidobro, a través de su empresa “Clanider SA”, también nos afanó y tampoco parece que nadie vaya a ir a la cárcel, ni a perder la mano. Y digo “nos”, porque la plata que se roban sigue siendo siempre la nuestra, la de los ciudadanos que laburamos todo el día y pagamos nuestros jugosos impuestos para el mantenimiento del “país improductivo”. Las noticias son preocupantes. La realidad es preocupante. La lata en la que mete la mano el gobierno parece no tener fondo y las manos del gobierno parecen ser de acero que nadie puede cortarlas. En los ´60, Fenández Huidobro nos afanaba la guita de los bancos con su “patota”, metralleta en mano. Hoy, 50 años después, nos vuelve a robar, junto con su mujer, de “guante blanco”, o con los de látex del Hospital Maciel y no pasa nada. ¡Uruguay es el paraíso de los “vivos” y el infierno de los honestos! ¿De qué país “honrado” estamos hablando?
“Que las verdades no tengan complejos, que las mentiras parezcan mentiras … que no te duerman con cuentos de hadas” (Joaquín Sabina). Licenciado Martín Appratto Mathisson