Opinion | 30 Abr De acuerdo a los monitoreos específicos de la calidad del aire, implementados en tres puntos diferentes de la ciudad, más allá de algunas excepciones que marcaron máximos y mínimos de contaminación ambiental por polvo, es posible afirmar que en Paysandú se respira un aire con poca contaminación.
Los análisis se han realizado durante 27 semanas de registro y las muestras son procesadas en el laboratorio de la Intendencia de Montevideo, que además de la tecnología necesaria para realizar dichos controles tiene la experiencia de más de dos años de trabajo en la capital.
En Paysandú los “medidores” están colocados uno en el Centro de Atención Ciudadana, CAC, de Nuevo Paysandú, cercano a la planta de cemento de Ancap, otro en la planta potabilizadora de OSE de la zona industrial y un tercero en el CAIF del centro, frente a Plaza Constitución. De esta forma, por tratarse de zonas estratégicas, en las que se cumplen diferentes tipos de actividades productivas y humanas, es posible generalizar el resultado, haciéndolo extensivo a toda la ciudad.
A partir de los resultados y a priori hay dos aspectos que resultan estratégicos: el primero, y sin lugar a dudas, es pensar en los mecanismos de control que permitan mantener la calidad actual del aire y la segunda asumir el compromiso de extender los controles eventualmente a otras zonas de la ciudad y a otros contaminantes que puedan estar presentes y que no son detectados por el tipo de estudios llevados adelante hasta ahora.
En todo el mundo, las ciudades con niveles aceptables de calidad de aire son escasas y todos conocemos el valor que dicho aspecto tiene para la salud. Por tanto, en la medida que Paysandú aún mantiene esta condición, constatado por los monitoreos, es necesario extremar las medidas para evitar el deterioro. Los controles de las emisiones y las exigencias que se adopten como prevención serán la mejor inversión que pueda hacerse en beneficio de la salud de toda la comunidad. Lo importante es no permitir el descenso de la calidad del aire que respiramos y no detenerse en los esfuerzos por afinar los controles.