Nacionales | 29 Abr Lo dieron de baja
Ya lo dijo el entonces presidente Tabaré Vázquez: “quien meta la mano en la lata, el gobierno se la cortará”. La advertencia, de escaso efecto persuasivo, fue permanentemente utilizada por la oposición para señalar, cada vez que se presentó un caso sospechoso, que ninguna fuerza política está “vacunada” contra la corrupción. Pero la mayor dificultad no parece ser el control de los funcionarios o el de quienes desempeñan cargos políticos, sino conocer al detalle los antecedentes de todos los integrantes de la fuerza. Según informó “El País”, Venancio Abella, candidato a alcalde de Montevideo por el Frente Amplio, fue obligado a renunciar a su candidatura cuando sus correligionarios del Nuevo Espacio se enteraron que en 2002 fue procesado por un delito de apropiación indebida. El informe añade que Abella fue electo edil suplente en las municipales de 2005 y ahora se postulaba para alcalde en la zona E, que abarca los barrios Buceo, Malvín, Malvín Norte, Punta Gorda, Carrasco, Carrasco Norte y Euskalerría. El episodio dejó patitiesos a varios frenteamplistas, preocupados, entre otras cuestiones, por el comportamiento de unas encuestas que hasta el momento señalan a su candidata, Ana Olivera, como una de las menos populares de los últimos tiempos, incluso con 15 puntos menos de aceptación que otros candidatos anteriores como Ricardo Ehrlich.
Disparen contra Ana
Mientras tanto, por aquello de “hacer leña del árbol caído”, los blancos aprovecharon la coyuntura para apuntar una vez más contra la administración frenteamplista de Montevideo, acusándola en esta oportunidad de desviar fondos municipales para financiar la campaña de Ana Olivera. Según el mismo matutino, en una conferencia de prensa los candidatos blancos Javier De Haedo y Ana Lía Piñeyrúa, acompañados por varios dirigentes, intimaron a la Intendencia a interrumpir la divulgación de spots televisivos, por considerarlos “parte de la campaña electoral” de Ana Olivera. Asimismo, rechazaron la distribución de folletos impresos con fondos de la comuna, donde se efectúa un balance positivo de la gestión frenteamplista en materia cultural.
Piñeyrúa criticó los spots televisivos y dijo que “violenta las normas de una campaña electoral usar dinero de los contribuyentes en propaganda para una candidatura que dará continuidad al Frente Amplio”. Javier De Haedo en tanto estimó que la campaña televisiva instrumentada por la comuna cuesta unos 10.000 dólares. “Se están utilizando fondos públicos, recursos de todos los montevideanos, para publicitar la gestión de la Intendencia de Montevideo en plena campaña electoral y a dos semanas de las elecciones”, afirmó.
¿Dónde está el programa?
Los ataques blancos a la candidata frenteamplista no se circunscriben a temas administrativos. Ana Lía Piñeyrúa, en diálogo con “El Espectador”, redobló la apuesta al afirmar que Ana Olivera no tiene un programa de gobierno escrito, circunstancia que le impide comprometerse formalmente con el electorado. La candidata nacionalista dijo que el programa frenteamplista no fue editado ni difundido públicamente, en tanto recordó que su propuesta fue elaborada junto a los vecinos y fue redactado en forma de compromiso con la sociedad montevideana. “Lo único que hemos encontrado, es algo que ella no ha mencionado que es algo, que es un proyecto que está en su página web. Que en realidad no es un programa de gobierno, porque no tiene propuestas; por ejemplo, habla de estudiar la factibilidad de poner señales de tránsito, etcétera. No hay ninguna propuesta concreta para los problemas, sí muy concretos que tiene la ciudadanía. Yo creo que a esta altura la gente se está preguntando qué va a hacer ella con el presupuesto municipal”, afirmó.
Otro palo y van...
Las municipales están “a la vuelta de la esquina” y el Frente Amplio no gana para sustos. Si las encuestas y las denuncias de los candidatos blancos no representasen suficiente motivo de preocupación, ahora un ex integrante de la cooperativa que administra la cantina del Casino Parque Hotel asegura que en 2001 la Intendencia de Montevideo le prorrogó el contrato gracias a una gestión efectuada por el dirigente histórico del MLN, Julio Marenales. “El País” informó que estas declaraciones fueron vertidas en el transcurso de los interrogatorios relacionados al caso de las irregularidades en los Casinos Municipales de Montevideo. El denunciante, Ruben Ferreira, recordó que el entonces titular de la referida cooperativa, Pablo Villalba, realizó gestiones ante Marelanes que en definitiva se tradujeron en una prórroga del contrato hasta el 31 de diciembre de 2002. “No recuerdo la nómina de la Junta Departamental en este momento, pero pienso que se habló con otras (personas) pero no recuerdo los nombres”, dijo Ferreira ante la jueza penal Fanny Canessa y el fiscal Diego Pérez. Habrá que ver cómo reaccionan desde el Frente Amplio, pero considerando el escenario político, quizá sea recomendable mantener un prudente silencio.