Locales | 30 Abr Dentro de lo que son los diferentes planes de gobierno de cada uno de los candidatos y las distintas formas de trabajo y políticas de gestión, el candidato a la intendencia por el Partido Nacional Bertil Bentos, presentó ante el director de EL TELEGRAFO, Alberto Baccaro, lo que será su plan de política de vivienda, acompañado por el impulsor del mismo, Bernardino Ayala ex legislador, ex director nacional de vivienda y ex director general de vivienda.
Bentos explicó que “en la previa de la campaña, realizamos una serie de talleres de diferentes temáticas y uno de los más concurridos fue el de vivienda, del cual recopilamos muchos puntos para tenerlos en cuenta en nuestro plan de gobierno. Actualmente nos encontramos en la tarea de explicar esos puntos para el supuesto caso que seamos gobierno departamental. De suceder esto, vamos a poner en práctica esta política de gobierno en cuanto a viviendas. El planteo de la casa propia pasa en todos los barrios y en todas las localidades. Creemos que Ayala es la persona idónea para este tema y por eso nos apoyamos en él”.
Políticas de viviendas
Al momento de dar a conocer este plan, Ayala remarcó en principio y posteriormente en más de una oportunidad, que los programas de vivienda no son competencia de la intendencia sino del gobierno nacional. “Consideramos que el rol fundamental de la intendencia es una unidad articuladora con el gobierno central para que el programa de viviendas se cristalice en el departamento. Por eso hemos diseñado un programa de viviendas con tres componentes muy diferentes; el primero es dotar a la intendencia de una cartera de tierras que puede ser por tierras propias del interesado, adquisición o canje. Una vez tengamos esta cartera, nos resuelve la segunda área que son los asentamientos y la tercera que son los programas nuevos de vivienda. Teniendo esto le plantearemos al gobierno nacional, la posibilidad de lograr acuerdos para financiar programas locales de viviendas, más allá de cual sea el programa del gobierno. La intendencia llevará adelante algunos programas que tienen por prioridad lo siguiente: primero tener bajo costo, segundo ser sustentables en el tiempo y tercero ser creativos. El primer programa que vamos a iniciar de lograr un apoyo con el ministerio de vivienda, será una dotación de canasta de materiales y un llamado para aquellas personas que ya tienen tierras pero por alguna circunstancia no han podido construir. Una vez analizada la titulación y legitimidad de la propiedad, la intendencia suministrará la tipología y los ayudará con personal profesional y le exigiremos a la familia la primera parte de la vivienda, o sea la cimentación de la vivienda que lo hacen ellos con recursos propios; una vez concluida esa etapa se otorga una canasta de materiales para terminar la casa. El 60% de la inversión corre por cuenta del beneficiario (terreno, y mano de obra) el 30% canasta de materiales (ministerio) 10% soporte técnico profesional (intendencia). Finalizada la casa, esa familia no tiene más deudas, se registra , aunque no podrá acceder a otros programas ni venderla. Este plan es específico para aquellos que tienen tierras o su propio terreno. Con esto ocupamos tierras de zonas urbanas, ya están los servicios de saneamiento y luz, institutos de educación y de salud cerca o sea que maximizamos los recursos”.
Para poder acceder a estos planes, se deberá cumplir con una serie de requisitos mínimos, dependiendo del plan elegido. Se tendrán en cuenta los ingresos y determinados componentes de acuerdo con las políticas del ministerio.
Círculo de ahorro para parejas jóvenes
El segundo programa que proponen es el de un círculo de ahorro para parejas jóvenes (incluidas madres con hijos a cargo). “Dentro de la cartera de tierras, la intendencia seleccionará una serie de ellas para el programa. Se otorgarán mediante un llamado (dependiendo el grupo que se forme, no necesariamente jóvenes) pero con capacidad de ahorro. Si se forma un grupo de 20 familias, se seleccionan y comienzan a pagar $3.000 por mes durante 60 meses. Cada tres meses se tendrá la oportunidad de tener el dinero para iniciar una casa sorteando una por mes. A los 60 meses todos tendrán su casa hecha. Mediante un sistema de licitación se podrán acortar plazos, con soporte técnico profesional municipal. Al finalizar el plazo, se otorga la titulación de la tierra, se registra y quedan libres de deuda. Con los 150 dólares por mes pagan el 60% de la vivienda con los mismos guarismos que el plan anterior”.
Recuperación del stock y mejora habitacional
Este tercer plan apunta aquellas personas propietarias de su casa que necesiten hacer refacciones, ampliaciones, o diferentes trabajos para reacondicionar la vivienda. “En este caso también se otorgará una canasta de materiales que en este caso es la mitad de los planes anteriores, el ministerio paga un cuarto y otra parte igual el beneficiario pero pagando siempre por adelantado. La intendencia proporciona el soporte técnico profesional”.
Programas anexos
Otro de los ejes en el programa de política de viviendas se encuentra el de “Emergencias Climatológicas”. “Debido a las inclemencias del tiempo y los daños causados en las inundaciones, era imperioso contar con un plan para estos casos” acotó Bentos. “Por anticipado y pre establecido se tiene que tener un sistema de atención a las emergencias – señaló Ayala- en donde se disponga de tierras para rehalojos. La vuelta al hogar tiene que ser de forma segura y si hay que sacar gente de zonas peligrosas, hacerlo”.
Otro programa anexo es para las familias a nivel de calle. “Un programa muy complejo, donde hay que desestimular a la gente para que no piense que porque se tira en la calle, va a tener una casa. Esto tiene un componente social fundamental. La idea es evaluar un predio municipal y llevar adelante un emprendimiento hortícola, conjuntamente con primaria para tener un lugar alternativo para vivir pero con una contrapartida laboral de trabajo en huerta orgánica. En cada uno de los planes el rol social es importantísimo y se tratará en virtud de los casos y planes que correspondan” concluyó Ayala.