Paysandú, Sábado 08 de Mayo de 2010

Brincadeiras Políticas

Nacionales | 04 May Una piedra en el zapato
Uno de los grandes problemas que la anterior administración no supo cómo solucionar fue el de la minoridad en situación de riesgo, en particular aquella que permanentemente se ve involucrada en actos delictivos cada día más graves. Pero si la realidad de estos niños y adolescentes no fuese suficiente motivo de preocupación, el INAU, como institución y en lo que respecta al desempeño de sus funcionarios, también se ha transformado en un “hueso difícil de roer” para el gobierno, cuyos integrantes no saben cómo negociar con un gremio muy poderoso y frente a una realidad que habla de violencia, hacinamiento y otros problemas de infraestructura que se traducen en fugas y bajos niveles de rehabilitación. Recientemente el Directorio de INAU inició un sumario administrativo a dos importantes dirigentes del gremio de la institución, quienes a mediados de 2009 enviaron al Parlamento una serie de fotografías tomadas en las instalaciones de diferentes hogares en los que los menores están privados de su libertad por haberse involucrado en hechos delictivos. Las tomas reflejaban las condiciones de hacinamiento en que viven, pero según las autoridades de INAU también exhibían y violaban la intimidad de los internos, por lo cual se dispuso el inicio de los referidos sumarios. Ahora, según informó “El País”, el sindicato pedirá intervención a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, por entender que la medida configura un acto de “represión sindical”. Mientras tanto, a través de un comunicado, el Directorio de la institución afirmó que “ningún dirigente sindical, por más alta que sea su jerarquía, puede por tal condición pretender ubicarse por fuera del sistema jurídico”.
Otro gran dilema
Otras de las grandes cuestiones que preocupan a la izquierda es la relación entre las Fuerzas Armadas y la población civil. Desde el día de su asunción como presidente de la República, José Mujica intenta convertirse en una suerte de figura conciliadora entre ambos segmentos de la sociedad, separados por las profundas heridas que dejaron los años de guerrilla y dictadura. La tarea se presenta harto dificultosa, pero el primer mandatario, hábil para conseguir cuanto se propone, ha ido solidificando la idea de sacar de las cárceles a los reclusos mayores de 70 años, entre ellos a los militares que violaron los derechos humanos, iniciativa que generó rechazo en los sectores más radicalizados de la izquierda y en las organizaciones de derechos humanos. No obstante, la cruzada de algunos frenteamplistas en pos de la reinserción de los uniformados en la sociedad uruguaya, está a punto de escribir un nuevo y polémico capítulo. De acuerdo a información divulgada por “Últimas Noticias”, el dirigente histórico del MLN Julio Marenales anunció que hará una “propuesta formal” para la eliminación del Liceo Militar, como estrategia para que sus estudiantes se formen en pleno contacto con la población civil. Para Marenales, la realidad uruguaya plantea la necesidad de reconciliarse definitivamente con los militares y aceptar que definitivamente que “están ahí” y forman parte de nuestra vida institucional. “O los llevamos a todos a la cámara de gas o tenemos que aceptar que están ahí”, opinó. Sostuvo que todos esos jóvenes que acuden al Liceo Militar “tendrían que confraternizar con todos los muchachos y después, así como unos van a la Facultad de Medicina y otros a la de Arquitectura, ir a la Escuela Militar”. “Yo voy a esperar el momento oportuno y lo voy a plantear al MPP, que tiene veinte y pico de parlamentarios, para que se maneje en el Parlamento”, añadió.
La idea es compartida por el secretario departamental montevideano del Partido Comunista, Daniel Berrutti, para quien la eliminación de dicho centro de estudios es condición necesaria para “integrar a las Fuerzas Armadas”. “Esos muchachos tienen que estudiar con el pueblo, en un liceo común y después hacer la carrera militar si quieren. No hay liceos especiales para los que van a estudiar Medicina o Arquitectura”, afirmó.
Modificar y no eliminar
La posibilidad de eliminar el Liceo Militar no reúne demasiados consensos en el Frente Amplio, ya que el diputado y ex ministro de Defensa, José Bayardi, considera inconveniente la medida, aunque insiste en la necesidad de modificar algunas metodologías de estudio utilizadas en la referida institución. En diálogo con el mismo medio de prensa, el ex secretario de Estado consideró que debe disociarse la instrucción militar con el aspecto académico, el cual “tendría que estar a cargo de civiles especializados en cada materia”. “Debemos dotar a la plantilla del Liceo Militar de profesores del sector público, que puedan optar por el Liceo Militar como por cualquier otro liceo público del país”, aseguró. Además, recordó que eliminar la institución plantearía otras dificultades, ya que muchos de sus docentes tienen contratos por varios años y esto “podría dar lugar a reclamos”.


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