Paysandú, Sábado 08 de Mayo de 2010
Locales | 06 May Integrantes de la Mesa Apícola Departamental subrayaron a EL TELEGRAFO que no se ha logrado revertir la difícil problemática que vive el sector y recordaron que en febrero de 2009 el sector apícola fue declarado en situación de emergencia nacional, como consecuencia de factores climáticos como las sequías de los veranos de 2008 y 2009 y las fuertes heladas invernales de 2007 y 2008, las que se han conjugado con las dificultades que se dieron a lo largo de 2009.
Consideraron que más allá del clima, la apicultura padece las consecuencias del modelo agropecuario basado en la expansión de monocultivos y en el incremento del uso de agrotóxicos, ambos muy nocivos para la apicultura.
Otro elemento que afecta al sector es el que tiene que ver con la mortandad de abejas, que da la pauta de un ambiente afectado y de una biodiversidad que se pierde día a día. Estos y otros aspectos fueron expuestos en el último Congreso Nacional de Apicultura, que se realizó en Sarandí Grande, departamento de Florida, en el marco de la 7ª Fiesta de la Miel. Fue organizado por la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola (CHDA) y asistieron más de 300 productores, señalaron los entrevistados .
El declive de la actividad apícola quedó de manifiesto a través de la información proporcionada sobre el descenso de colmenas y de apicultores -registrados en la Dirección General de la Granja (Digegra-MGAP)-, y en los volúmenes de miel exportada (que representa el 90% de la producción total). Precisaron que en 2007 había 517 mil colmenas, en 2008 la cifra descendió a 491 mil y en 2009 volvió a caer y se registraron 486 mil colmenas, precisaron los apicultores sanduceros .
En lo que refiere a la producción, se ha constatado un marcado descenso, desde que en 2007 se exportaron 14 millones de kilos de miel, en 2008 el número descendió a 6 millones de kilos y para el 2009 no se han superado los 8 millones de kilos.
Y si bien se registra un aumento respecto a 2008, la producción sigue siendo deficitaria. Los costos de producción se han incrementado, como es el caso de los medicamentos, el de traslado de colmenas para evitar las mortandades por aplicación de agrotóxicos, y para encontrar regiones donde haya alimentos. Otro aspecto refiere a los costos del montaje y mantenimiento de las salas de extracción de miel, exigidas a nivel internacional para poder exportar, y los costos de la alimentación artificial que debe realizarse durante el invierno, con azúcar. Asimismo, el bajo precio del dólar conspira contra la rentabilidad de los apicultores, teniendo en cuenta que es la moneda en la que cobra el 90% de los productores.
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