Locales | 03 May BASE CIENTÍFICA ANTÁRTICA ARTIGAS, Isla Rey Jorge. (Por Lorena Castellano Rivero) Las actividades se desarrollaron a pleno en la Base Científica Antártica Artigas en la víspera, aprovechando que el clima lo permitió. Aunque al mediodía la temperatura parecía haber aumentado, fue a esa hora que se produjo la mínima real: 13,3 grados bajo cero.
La mañana comenzó para los visitantes a las 8, hora en que se sirve el desayuno. Alrededor de las 8 y 30 el sol comenzaba a mostrarse lentamente y los sanduceros no pudimos resistir la tentación de salir a tomar fotografías del amanecer antártico, aunque sacarse los guantes significara todo un desafío. El segundo día en la base uruguaya se presentaba prometedor, con una temperatura de 13 grados bajo cero poco después de las 10, aunque la sensación térmica era de 30 grados bajo cero.
FUNCIONAMIENTO DE LA BASE
Un recorrido por las instalaciones de la base uruguaya, guiados por el jefe, teniente coronel Ricardo Saravia, permitió conocer su funcionamiento. La base, que el año pasado celebró sus 25 años, cuenta con diez edificaciones: el Aula de Interpretación de la Naturaleza Antártica (AINA), donde se ubican los laboratorios, una sala de conferencias y dormitorios para los visitantes; la enfermería y dormitorios para el personal femenino de la dotación; la cocina y comedor; la sala de radio; la oficina de meteorología y dormitorios; la oficina del jefe y su dormitorio; el gimnasio –más conocido como “la cueva”, donde además se encuentra el sauna, la lavandería y un lugar de esparcimiento; el hangar (aunque actualmente la base no cuenta con helicóptero y allí se encuentran vehículos que solamente se utilizan en verano); el edificio de UTE, donde están los cuatro generadores de energía –controlados directamente desde Montevideo-- y el incinerador de los residuos; y un antiguo edificio algo más alejado del resto, que suele ser utilizado por los investigadores de otras bases para descansar o guarecerse. Una muestra más de la gentileza antártica.
Al mediodía se registró la mínima, alcanzando una temperatura real de 13,3 grados bajo cero, pero el escaso viento hizo que el día fuera realmente disfrutable. El consejo de los experimentados en la vida antártica se repitió: aprovechar, porque son pocos los días así en esta época. No obstante, el pronóstico señalaba que el buen clima se repetiría hoy, aunque en la Antártida nunca se sabe pues es muy cambiante.
TRABAJOS EN EL AGUA
Después del almuerzo, un equipo de técnicos del Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada Nacional y el buzo de la base, Diego Colina, iniciaron la tarea de retirar el mareógrafo de las aguas de la bahía Maxwell, que se instala durante el verano para medir la marea, la salinidad y la temperatura del agua, pero debe ser retirado antes de que las aguas se congelen en el invierno. Los visitantes seguimos de cerca las tareas, aprovechando para acercarnos al peñasco donde se ubica la baliza uruguaya.
Al retorno, mientras los técnicos descargaban los equipos del gomón, tres rusos –uno de ellos el sacerdote de la iglesia-- que se dirigían a su base, Bellingshausen, se acercaron unos minutos a saludar a los uruguayos. Es que en la Antártida las diferentes bases mantienen una buena relación, y en el caso de algunos miembros, una amistad.
UN ASALTO A
MANO ARMADA
Para las 17 la tarde comenzó a dar paso a la noche, que se estableció cerca de las 18. Las actividades fueron mermando paulatinamente y, como todos los días, los miembros de la dotación permanente así como quienes integran la misión se fueron acercando al comedor, para compartir momentos de camaradería y entretenimiento.
Antes de la cena, hubo un asalto a mano armada en el comedor. El equipo formado por el jefe de base y miembros el Instituto Antártico Uruguay asaltaron… en el truco al integrado por representantes de UTE y el Ministerio de Defensa. La devastación fue total, y las bromas sobre este asalto duraron un buen rato. Afuera, mientras tanto, nevaba pero la temperatura real alcanzó a las 21 la máxima de la jornada, 10,8 grados bajo cero.