Opinion | 11 May El hallazgo en Paysandú de restos fósiles de uno de los dinosaurios más grandes que existió en América del Sur, realizado hace ya cierto tiempo pero que tomó trascendencia pública en las últimas semanas, destaca un aspecto bastante desconocido pero muy valioso de nuestro Departamento: su riqueza paleontológica y arqueológica.
Dichos restos, ubicados en un campo de la zona de Araújo, propiedad de una empresa forestal, fueron estudiados por científicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, quienes confirmaron que se trata de uno de los hallazgos más importantes en su tipo no sólo para el país sino también a nivel continental.
En Paysandú ya se habían ubicado otros restos fósiles de animales prehistóricos. En la formación Guichón, que data de principios del Cretácico Tardío, se han ubicado restos de iguanodontes y de otros reptiles extintos, como el cocodrilo Uruguaysuchus. También se han encontrado materiales líticos y fósiles prehistóricos y rizolitos y caracoles de aproximadamente 58 millones de años en un yacimiento de calizas próximo a la planta urbana de Quebracho.
Actualmente un grupo de estudiantes universitarios de arqueología y paleontología desarrollan el proyecto “Quebracho: una visión integradora del pasado”, cuyo objetivo es incentivar la investigación participativa, práctica y lúdica para conocer como era el lugar en el pasado y la conservación de los recursos arqueológicos y paleontológicos de nuestra localidad a través de talleres en las escuelas y charlas al público en general. También apuesta fomentar la descentralización del conocimiento y concientizar sobre la necesidad de cuidar los lugares que son importantes desde el punto de vista paleontológico o arqueológico.
Un dato interesante es que la presencia de este grupo en Quebracho se debe a la iniciativa de personas de la localidad que entendieron que el valor de los fósiles prehistóricos existentes en la zona ameritaba el desarrollo de este tipo de trabajo porque, como todos sabemos, resulta casi imposible valorar y cuidar aquello que no se conoce. Lamentablemente, el sistema educativo no ha tomado estos temas a fondo y seguramente la mayoría de los niños sanduceros desconocen la existencia de hallazgos de este tipo en su departamento y su importancia para la historia de la ciencia y la generación de conocimiento. Así que no queda otra cosa que felicitar a los quebrachenses que impulsaron la iniciativa antes mencionada y a los estudiantes que consiguieron fondos para llevar adelante el proyecto.