Nacionales | 11 May Para todos los gustos
En la política, como en el fútbol, suele decirse que “la alegría va por barrio”. Sufrir una derrota electoral no necesariamente implica desechar los petardos y el papel picado destinados a un hipotético festejo. Simplemente hay que guardarlos y esperar pacientemente, porque en las urnas, como en la cancha, todo puede suceder y cambiar, de un minuto a otro. El extenso proceso electoral que acaba de concluir, comenzó en instancias internas donde no faltaron polémicas e intercambio de agravios que luego, ante la justa electoral de octubre, debieron dejarse atrás en aras de los intereses partidarios. Nadie, a esta altura, puede olvidar el rostro de felicidad de los nacionalistas cuando el Frente Amplio no pudo ganar en primera vuelta, pero luego la izquierda tuvo su gran revancha con la histórica victoria de José Mujica. El domingo los festejos se instalaron nuevamente en la vereda de enfrente, ya que los blancos, en muchos casos a contramano de cuanto señalaban las encuestas, asestaron un duro golpe a la coalición, arrebatándole gran parte de lo que habían conseguido en las municipales de 2005. De acuerdo a un informe elaborado por “El País”, la dirigencia del Partido Nacional, a pesar de las derrotas en Montevideo, Maldonado, Canelones, Artigas y Rocha, opina que la jornada del domingo significó el primer tropezón de la izquierda, ya que perdió unos diez puntos en Montevideo y Canelones. Feliz por su victoria, pero a la vez con cierta preocupación por lo que sucedía en el resto del país, la candidata frenteamplista a la Intendencia de Montevideo, Ana Olivera, intentó dejar un mensaje de optimismo al recordar que los montevideanos renovaron “su confianza” en la gestión de la izquierda. “Estamos absolutamente dispuestos a trabajar por él (su proyecto de gobierno) y convocar a los ciudadanos a ser partícipes de esta gestión”, dijo a sus seguidores.
Mientras tanto, la buena votación obtenida en Montevideo fue festejada como un triunfo por los nacionalistas, quienes hablan del “primer gran traspié del Frente Amplio en Montevideo”. “Si cuatro meses no fueron suficientes para despertar Montevideo, los próximos 60 van a ser más que suficientes”, anunció la candidata blanca Ana Lía Piñeyrúa desde su sede partidaria.
Las mujeres al poder
Las elecciones municipales del domingo también significaron una jornada histórica para las mujeres, ya que se convirtieron en intendentas de Montevideo, Artigas y Lavalleja. De acuerdo a información divulgada por “El Espectador”, Adriana Peña, una odontóloga de 46 años, es la primera intendenta electa en la historia de Lavalleja y anunció que llevará adelante un proceso modernizador en base al gerenciamiento. Admitió que no hacer las cosas bien podría significar el último período del Partido Nacional en el gobierno departamental, pero aseguró que evitar que esto suceda también dependerá de “cambiar la cabeza en los dirigentes y darle el poder de decisión al pueblo”. La flamante intendenta se comprometió a impulsar proyectos en áreas como la minería y el turismo, en tanto recordó ser una férrea defensora de la descentralización y del futuro papel de las alcaldías. “Fuimos fuertes defensores de la Ley de Descentralización, aportamos para su transformación respecto a cómo vino del Poder Ejecutivo, propusimos apoyo total a las alcaldías, la formación de juntas locales, la creación de juntas del vecino en pequeñas localidades y la conformación de comisiones barriales fuertes para una descentralización real y una toma de decisión por parte de la gente acerca de cómo quiere desarrollar cada barrio y cada parte del departamento”, sostuvo. Más allá de lo partidario, las mujeres uruguayas dieron otro enorme y trascendental paso en la vida institucional del país.
¿Demasiado extenso?
Además de la recuperación del Partido Nacional y de los altos porcentajes de votos anulados y en blanco, la justa municipal dejó certezas respecto a que el período electoral uruguayo es demasiado extenso, hasta tedioso. La tesis cuenta con el apoyo de las principales figuras políticas del país y el propio presidente José Mujica se manifestó dispuesto a buscar un acuerdo político que permita abreviar el proceso y dar algo de alivio a los electores. Consultada al respecto, la senadora Lucía Topolansky dijo a “El Espectador” que es “un engaño” que algunos candidatos protagonicen encarnizados enfrentamientos durante la campaña y luego sumen para el mismo lema, en tanto recordó que ahora, ante los resultados electorales, nadie habla del peligro de la acumulación de poder, tal cual sucederá en algunas comunas. “Yo creo que la eliminación de la Ley de Lemas, como se hizo a nivel nacional que hay un solo candidato por partido y un reparto proporcional del Legislativo, debe estar también para las intendencias. Además, hay que hacer un análisis para ver como marchó la nueva ley de descentralización y también comprimir en el tiempo la elección porque es demasiado desgastante”, opinó la senadora.