Paysandú, Domingo 16 de Mayo de 2010

OPINIONES

Solicitadas

Locales | 09 May UTE se destaca entre los usureros de este país
Sr. Director:
El motivo de la presente es para poner en conocimiento lo siguiente: En el mes de febrero próximo pasado el consumo de UTE en mi casa de familia correspondió a $791, que debía haberlo hecho efectivo a mediados de marzo, pero por razones obvias pagué con atraso de 15 días.
Cuando llegó el recibo para pagar al 16 de abril --por consumo del mes de marzo-- leo que en el mensaje se me aplica una multa de 79,10 pesos más un recargo de $4,63, por el atraso de pago de marzo. Ahora me pregunto, siendo UTE un ente estatal, ¿estará bien lo que hace? Como ejemplo, leyendo diario EL TELEGRAFO, página 2 del día 22 de abril, donde dice: “Deuda con UTE aumenta en U$S80.000”, en el comentario dice que “el no pago del total” de las facturas “no genera multas ni recargos, excepto el ajuste por IPC”, donde saco la conclusión que UTE es uno de los usureros más grandes de este país. Además debo agregar que ni entidades bancarias particulares se le acercan en la usura a UTE. No tengo ningún tipo de problema para dejar fotocopia de la factura de la cual hago mención; además me gustaría tener una respuesta de lo antedicho de UTE, quien la represente, para que la población se entere con qué “bueyes aramos”. CI 3.661.596-4

Padre dolido
Quien escribe esta solicitada es un padre dolido pidiendo respuestas a la Inspectora Departamental de Primaria, Graciela Díaz Ospitaleche. Cómo es posible que en pleno cambio de gobierno en este 2010 sucedan estas cosas, que en unas pocas líneas les paso a relatar.
Soy padre de una niña que con un gran esfuerzo --como tantos uruguayos--, compré útiles escolares y túnica para que mi hija concurra a su primer día de clase y pueda llevarse una buena impresión de la Escuela y sentirse a gusto en donde iniciara sus primeros pasos en la enseñanza.
Sorpresa fue la mía que la entrar al salón de la Escuela Nº 95 se encuentra con que la maestra hacía sentar a los niños en el suelo ya que no había bancos ni sillas, que es lo mínimo con que tiene que contar un salón de clases. Es por eso que escribo esta solicitada pidiéndole si me da una respuesta o de lo contrario que haga algo al respecto. Sin más y esperando no causarle ninguna molestia se despide un padre dolido. CI 5435056-6.

Sr. Director:
Los obreros de la construcción que estamos llevando a cabo la restauración de la fachada de la Casa de Cultura, hoy queremos aclararle algunos puntos que han sido publicados en su diario, ya que nos sentimos afectados directa o indirectamente.
En sus Brincadeiras Políticas hemos sido cuestionados por el paso del peatón, siendo que la Ley 89/95 deja en su paso 80 centímetros para peatonal circulación de los peatones y nosotros dejamos un metro. En otro artículo se refiere al tiempo de obra de “5 años” mientras que nosotros llevamos al día de hoy (13 de abril) 11 meses y 20 días y no siempre fuimos la cantidad de los obreros que estamos trabajando hoy. También queremos aclararle que no solo la fachada hemos arreglado, sino pretiles, ampliación de un salón, construcción de un baño a nuevo y desagües, quedando aún arreglos de las oficinas de recepción.
Es por esto que los obreros de esta obra nos sentimos con razón para reclamarle que aclare que no tenemos “5 años trabajando con la IDP en la Casa de Cultura”. Ya saldremos con una marca gracias a sus artículos mal informados.
Aclarado este hecho invitamos a que nos formule preguntas sobre lo que se hace y cómo hacemos el trabajo de refacción de Casa de Cultura. Siguen 7 firmas
NdeR: Los “artículos” que menciona la nota solicitada no son de EL TELEGRAFO, sino opiniones de nuestros lectores publicadas en nuestra sección “Cortocircuitos ciudadanos”. “Brincadeiras Políticas” es una columna de información nacional de carácter político, por lo que jamás trataría sobre una obra pública local.


Sres. Comisión
Directiva de Comepa
Por la presente quiero comunicarles que en Villa Quebracho, el pasado 14 de marzo de 2010 a la hora 13.30 fui al consultorio del Dr. Emerson Arbelo (quien estaba de guardia), ya que tenía un fuerte dolor en el abdomen y vómitos. Dicho doctor me revisa y ordena que se me administre un calmante inyectable en mi domicilio. Como el dolor me aumentó a las 19, solicité telefónicamente a dicho doctor para que me efectuara una visita domiciliaria, porque no me podía trasladar a causa del dolor. Ante este pedido se mostró reticente a concurrir argumentando que era el mismo dolor que se había corrido hacia abajo, que la enfermera iba a suministrarme la segunda dosis de calmante, y que desconocía la dirección de la vivienda.
Frente a la insistencia de mi señora accedió a realizar la visita domiciliaria. En la misma al examinarme mantiene su criterio de que el dolor no era importante, y da la orden que se me dé el calmante indicado anteriormente. Le reiteré que el dolor era muy intenso y le pedí que me traslade a Paysandú, con lo que no estuvo de acuerdo y finalmente me propuso que lo hiciera en mi propio vehículo. Sinceramente el dolor no me permitía conducir, ya que no podía ni doblar la pierna y le pedimos el servicio de una ambulancia.
Trasladado a Paysandú me examinó el Dr. Rey, quien inmediatamente diagnostica un cuadro de apendicitis aguda. Fui rápidamente operado y se me manifestó que el apéndice estaba infestado y con riesgo de reventarse. Entiendo que pueda no existir un diagnóstico preciso en primera instancia o una equivocación, pero es incomprensible la actitud irresponsable del Dr. Arbelo en restarle importancia a mi situación y en primera instancia descartar mi traslado a Paysandú, a lo cual accedió frente a mi insistencia.
¿Qué me hubiera ocurrido si yo no insistía en mi traslado y el doctor no me enviaba a Paysandú? Escribo esta carta para que se tomen las medidas correspondientes y se mejore el servicio y la atención a los asociados. Destaco además que mi domicilio se encuentra a sólo siete u ocho cuadras del domicilio del médico. CI 3106017-2


¿Delito, saña o envidia?
Con toda sinceridad no sé qué es lo que movió a un hombre que vive en el barrio Paycap, block B (yo habito en el A) al que vi el jueves 29 de abril, a la hora 8, cuando iba a mi trabajo, arrancando las rosas que hace años planté alrededor de un ejemplar de “paraíso”. Al volver por la tarde le pregunté a personas de la Comisión del Barrio si habían ordenado sacarlas y, al contrario, no solo no dieron orden alguna sino que quedaron asombrados. me dijeron incluso que hiciera la denuncia en el kiosco policial del barrio. El viernes 30 por la mañana le pregunté a los limpiadores y me contestaron lo mismo. Le digo que en diciembre del año anterior ellos me ayudaron a colocar un tejido que compré con mi plata para proteger las rosas, porque chicos que van a la escuela y el liceo las rompían. Aún tendría mayores disgustos ya que ese día viernes por la tarde, otras personas me dijeron que el hombre junto con su familia terminaron de sacar todo y lo tiraron en la volqueta allí existente. Aunque el hombre niega todo lo que digo. Pero, ¿cómo será la cosa que el sábado 1º de mayo, con letra de niño, apareció escrito en el banco y mesa de hormigón de la churrasquera del block A, una serie de barbaridades que terminan con algo así como “¿te gustó como quedaron las plantas?”.
Sinceramente, lo que uno hace y por más que sea pequeño, es algo para bien de todos. Además el plantar y cuidar flores en un lugar público pienso que es una señal de cariño para con el prójimo. ¡No entiendo cómo hay gente que puede obrar así! Vecina dolorida

A mí nunca me va a pasar
Estoy segurísima que más de una vez en la vida cada uno de nosotros, pensó o dijo esta palabras... yo les aseguro que no es cierto, a todos nos puede pasar. Mi hija de 3 años fue atropellada por una adolescente de 16 que conducía una moto, sin permiso de conducir y sin casco, que huyó y dejó tirada en el pavimento a mi hijita menor... como a un animal. Gracias a Dios, mi hija sólo recibió hematomas en miembros inferiores, abdomen, raspaduras, las cuales fueron constatadas por el Dr. Zinno, médico forense, en el juzgado de Paysandú. Lo que sólo nosotros, la familia y amigos, sabemos son las secuelas sicológicas con que vive mi chiquita desde ese sábado 29 de agosto de 2008. Ella tiene pánico de cruzar la calle, de los autos, de las motos. Muchas personas me han dicho: “Mejor, ahora no se va a soltar de la mano, va a aprender”. Yo me pregunto: ¿quién aprendió algo con pánico? No miedo, ¡pánico! El miedo en la mayoría de los casos nos moviliza, por ejemplo si vemos una víbora, el miedo nos hace correr o matarla o sea nos hace actuar para el bien de nosotros, sin embargo el pánico nos paraliza. Gracias a Dios mi hijita físicamente, mi hijita de 3 años no tiene nada. No así sicológicamente ya que no hay día que no me pregunte: “Mamá, ¿a mí no me va a pisar más una moto?” Les cuento todo esto porque yo también pensaba que “a mí nunca me va a pasar”, pero me pasó, y alguien en infracción la atropelló dejándola tirada, sin saber si estaba viva o muerta.
¿Sabían ustedes jóvenes, papás, mamás, que la principal casa de muerte de los jóvenes y adolescentes son los accidentes de tránsito? Ocupan un 62%, luego le sigue el suicidio, siempre hablando de jóvenes. Pero lamentablemente todos pensamos “a mí no me va a pasar” y seguimos conduciendo sin usar los señaleros, sin respetar la derecha, sin cinturón de seguridad, sin respetar la luz roja de un semáforo, con alcohol, sin respetar nada ni a los demás, ni a nuestra propia vida.
Cuando un inspector de tránsito nos para lo insultamos, nos enojamos y siempre tenemos una excusa, si bien por falta de “recursos” (compromiso) recién ahora el director de Tránsito, Carlos Fábregas, está redistribuyendo a los inspectores a zonas de riesgo como la playa, la plaza Artigas, etcétera e incorporó a los controles a la policía. Si bien gente como Fábregas, Cohelo, están limitados en sus tareas por falta de recursos --que no dependen de ellos--, igualmente les puedo asegurar que estas personas se comprometen y les importa si muere gente o no. Con la brillante incorporación de la policía, los cuales tienen por ley derecho a multar, detener, arrestar, hacer alcoholimetrías, van a seguir bajando el número de muertos y accidentados y creo que también la violencia, robos, etcétera, porque no es lo mismo ver inspectores de Tránsito que sólo pueden hacer una boleta, que a un policía, que salvo excepciones como en todos lados la mayoría está para protegernos. Pero a nosotros nos molesta... ¿Qué nos molesta? ¿Que nos cuiden, que detengan a un hijo nuestro porque está manejando alcoholizado? ¿Eso nos molesta? Yo prefiero que me avisen que mi hijo está detenido y no que está en algún centro de terapia intensiva o que está muerto. ¿Ustedes, no?
Yo no tengo color político, no soy admiradora de la policía, pero tengo que admitir lo que mencioné anteriormente; hay policías buenos y malos, así como abogados buenos y malos, así como plomeros buenos y malos. Eso sí, si yo estoy en infracción no tengo porqué tenerles miedo ni a los buenos ni a los malos. En cambio si no cumplimos con las leyes, a los primeros que tenemos que temer es a nosotros mismos, de matarnos o matar a otro.
Quiero agradecer públicamente al Caros Fábregas, a Sergio Cohelo por incorporar policías al tránsito. ¡Gracias! Quiero decirle a papás y mamás que si no hay más policías en las zonas de riesgo, parece ser que en este país hay plata para que los intendentes conozcan el mundo pero no para protegernos, ni para ayudar a los inundados, ya que todos nosotros colaboramos con frazadas, zapatos, comida no perecedera. ¡Que fácil es ponerse el cartel de bueno con la ayuda incondicional del pueblo! ¿No, Sr. Pintos?
¿Cuántos más tienen que morirse para empezar a tomar conciencia de lo que tenemos que hacer, no por no pagar una multa, por respeto a los demás, a nosotros mismos? Porque saben que a todos nos puede pasar. El Sr. Fábregas y Cohelo son personas que además de cumplir con su trabajo, trabajan en forma voluntaria y honoraria. Yo lo comprobé, no me lo contó nadie, pero nosotros nos enojamos con ellos, los insultamos, sólo porque éramos nosotros que cometíamos una infracción; otro rasgo que nos caracteriza: la culpa es del otro.
Yo tengo tres hijos y le ruego a Dios que cuando lleguen a la adolescencia esta situación mejore, pero para eso tenemos que hacernos cargo también nosotros. Yo sigo prefiriendo que me avisen que está preso o que le retiraron la licencia o permiso de conducir a tener que enterrarlos, porque eso no tiene solución. Yo quiero dormir tranquila. ¿Ustedes, no?
¿Qué tal si revemos y nos cuestionamos para poder empezar el 2010 mejor, eso si está cool? ¿No te parece?
Una mamá preocupada CI 3.586.034-8


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