Paysandú, Martes 18 de Mayo de 2010
Locales | 14 May Las historias sobre las escuelas rurales de nuestro departamento están cargadas de relatos, donde docentes y alumnos forman parte de una realidad en la que lo único seguro es el desafío de cumplir con las tareas de todos los días.
Este es el caso de la escuela rural No. 28 que se levanta en el paraje “Barra de Gualeguay”. El nuevo local se inauguró en el año 1901, pero durante 8 años funcionó en un edificio construido con paredes en barro y techos de paja.
Hoy cuenta con 2 salones, dirección, dormitorio para el maestro, cocina, baños, galpón para guardar las herramientas y huerta.
Es una estructura sólida, cuenta con servicio de energía eléctrica, una bomba que extrae agua desde un pozo semisurgente y telefonía convencional. Los dos salones centrales en los que se dictan las clases son ventilados y disponen de una buena iluminación natural. Por su parte los niños llegan hasta el establecimiento escolar a pie, en bicicleta o a caballo, recorriendo en alguno de los casos hasta 5 kilómetros, demostrando una gran voluntad, la que queda de manifiesto con la buena asistencia a clases.
Las bajas temperaturas en el invierno y los días de lluvia condicionan en cierta forma la concurrencia, pero en general los alumnos son cumplidores. Provienen de familias numerosas, precisamente de una de ellas concurren 5 hermanitos.
Atiende a 32 alumnos – 16 niños y 16 niñas – distribuidos desde inicial de 5 años y primero hasta sexto grado. La matrícula es muy inestable y ello se debe a que año tras año la población escolar fluctúa de acuerdo a los trabajos de los padres.
Es que el trabajo como puesteros de estancia los lleva de un lado para el otro. El nivel de aprendizaje de los alumnos se encuentra limitado, ya que el contexto de los hogares de los niños es muy crítico, aunque se trata de familias receptivas en cuanto a la exigencias de la escuela. Como el resto de las escuelas rurales, las clases se dictan desde la hora 10 hasta las 15, cuenta con servicio de comedor y la próxima semana anexarán la copa de leche.
Los recursos son suficientes, reforzados con aportes que envían las estancias, como por ejemplo carne. El servicio y la calidad de la comida son muy buenos, sorprende ver como los pequeños repiten hasta 3 o 4 veces el plato del mediodía, porque seguramente es la única comida que harán durante el día. La dieta es muy nutritiva, mientras que el almuerzo se complementa con postres. El establecimiento es atendido por dos maestras y una auxiliar.
Para captar las radioemisoras de Paysandú ciudad tienen que sintonizarlas en la cocina del establecimiento escolar, pues es el único lugar donde hay buena señal. La televisión por aire no llega y algunos establecimientos de la zona poseen el servicio privado satelital. Alejandra Isoardi y Nair Rivas son dos jóvenes docentes que dictan clases en la escuela, fortaleciendo día tras día la vocación de ser un maestro rural.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
May / 2010
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com