Rurales | 14 May Con el compromiso y convicción del gobierno, de que la lechería es un rubro estratégico a los efectos de cumplir con los grandes objetivos desde el punto de vista de la política económica y social, la distribución del ingreso, la distribución territorial y la utilización de los recursos naturales, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, analizó junto al presidente del Inale, Manuel Marrero, el gerente general, Carlos Matos y representantes de productores lecheros, los temas abordados en el documento elaborado por el Instituto Nacional de la Leche.
La importancia adquirida por este sector radica en la competitividad alcanzada, que genera 400 millones de dólares por concepto de exportación, con una tendencia mundial de mayor demanda y de precios sostenidos a largo plazo.
“Estos datos hacen posible prever que nuestro país puede atender una demanda cuantitativamente creciente a nivel mundial. Además, Uruguay cuenta con recursos naturales que permiten alcanzar una producción de hasta 5.000 litros de leche por hectárea y una media nacional de 2.500 a 3.000 litros. En ese marco, es posible acceder a niveles de productividad intermedios”, manifestó Aguerre.
El 75% de la producción de leche es llevada adelante por el 25% de los productores, hecho que permite afirmar que la producción puede crecer. En ese sentido, el Inale plantea el objetivo de llevar las exportaciones a los 1.000 millones de dólares, duplicando la producción actual en un plazo de diez años. Para lograr esa meta es necesario aumentar la productividad en los niveles medios y más bajos de productores, pero también aumentar la superficie destinada a la lechería.
Además, es un tema pendiente de resolver el acceso a la tierra de los productores más pequeños y la transferencia de tecnología, así como neutralizar la emigración de la fuerza humana del sector. El secretario de Estado dijo que es necesario “afianzar las normativas contractuales que rigen el negocio de la lechería, porque con normas claras y contratos a mediano y largo plazo los problemas de financiamiento, transferencia de tecnología, generación de infraestructura e incluso de acceso a la tierra, se resolverán de mejor manera. Esas acciones se realizarán más fácilmente si los marcos contractuales están desarrollados, y este es el desafío más importante que tiene por delante el Inale”. La propuesta del instituto lechero “es ambiciosa y amplia, aunque en algunos aspectos, genérica, por lo cual se requiere desarrollar algunos puntos planteados. Se trata de brindar diferentes respuestas para productores en diferente situación y cuencas con distintas características”.
Aguerre sostuvo que la lechería nacional “es una alternativa productiva territorial, tecnológica y social para contribuir a cumplir con los objetivos de política que ha definido el gobierno. Para llegar a exportar por valor de 1.000 millones de dólares se deben generar condiciones adecuadas a los productores y aplicar políticas enfocadas en ese 75% de productores que son la reserva humana estratégica para que la lechería crezca en el futuro”.
La escala es un elemento determinante, y en ese sentido en el mediano y largo plazo no serán competitivos tambos menores a 150 ó 200 hectáreas. “Es importante articular instrumentos eficientes para complementar la escala en los tambos que hoy no la tienen”.
Campos de recría
El ministro se refirió a los campos de recría y reiteró la importancia que tiene la producción forrajera, acompañada por la reserva estratégica de granos. Afirmó que la primera medida para ampliar un tambo pequeño “es que haya solo vacas en ordeñe, así como también aplicar en esa superficie todos los recursos forrajeros y humanos especializados en la producción de leche”.
El titular del MGAP señaló también que la estabilidad de la producción láctea “se basa en una producción forrajera complementada con granos, porque el pasto permite tener una economía más competitiva en momentos complicados”.
Otros temas abordados durante el encuentro fueron las políticas de adaptación al cambio climático, la estabilización de los procesos productivos, la exploración del riego estratégico en algunos sistemas productivos y el desafío que enfrenta la cadena láctea de identificar los niveles de emisión de gases de efecto invernadero. El ministro anunció que está comenzando la medición de los niveles de emisión de las cadenas productivas, para luego formular la llamada huella del carbono e incorporar un valor agregado de no agresión al ambiente.