Rurales | 24 May La situación de la economía mundial se complica día a día y los frescos recuerdos del segundo semestre de 2008, hacen a los inversores tomar los recaudos que consideran necesarios para no quedar expuestos a algo similar.
La recuperación de la economía mundial empezó a ser vista como un espejismo y la nueva realidad indica que se vuelve a condiciones de “crédito restringidas” como las que se vivieron durante la crisis financiera, señaló a AP, Tom Samuels, manager del fondo Palantir en Houston, Texas.
El índice Dow Jones se desplomó el pasado jueves por segundo día consecutivo, aproximándose rápidamente a los 10.000 puntos luego de haber cerrado por encima de 11.200 el 26 de abril. Si la situación se sigue complicando, “los precios de las acciones están muy por encima de la realidad económica”, agregó Samuels. El eje de la preocupación es que la situación europea afecte al resto del mundo y detenga la senda de crecimiento en la que había ingresado Estados Unidos.
En la era de lo global hay que acostumbrarse a seguir con creciente atención este tipo de indicadores que sirven de termómetro para saber el grado de preocupación de los inversores. La lana suele ser de reacción inmediata a este tipo de situaciones y esta semana el Indicador de Mercados del Este de Australia perdió más de U$S 0,50 el kilo base limpia, alcanzando el nivel más bajo desde la segunda quincena de setiembre de 2009.
haciendas
En el mercado de hacienda las señales llegan más lentamente, pero llegan. Es lo que comenzó a pasar desde la semana pasada, con frigoríficos que pusieron un techo a sus precios de compra, atendiendo la baja del euro --alcanzó su nivel más bajo en cuatro años esta semana-- y su efecto en una reducción de los niveles de demanda desde Europa, indica el informe de Negocios Ganaderos, de la consultora Blasina y Tardáguila.
El mercado de la hacienda gozó de un final de otoño mucho mejor del que se suponía, en parte gracias a los Kirchner, que se automarginan del mercado, que coincidió con una mejora de la demanda de Rusia.
Más allá de que estructuralmente las condiciones del mercado --desde el punto de vista de la oferta-- continúan siendo favorables, ya que no hay mucha carne disponible para ser exportada por los principales exportadores del mundo, esto debe complementarse con niveles de demanda acorde. Los importadores en estos momentos optan por “esperar a que pase el temporal” y ver dónde quedan posicionados.
Si se le suma la preocupación por la falta de agua, no es de extrañar que el mercado de la reposición esté más pesado.
Aún cuando los valores se mantuvieron en niveles similares a los logrados el mes anterior, el remate de mayo de Lote 21 fue más trabajoso. Según informaron desde el consorcio de rematadores se colocó 85% de una oferta de algo más de 6.000 reses. Más allá que algún lote importante se ofreció con base que estuvo por arriba de lo que estaban dispuestos a pagar los compradores, los operadores consideraron que se apreció una actitud de cautela, generada en parte por la falta de lluvias. En el caso de los invernadores seguramente también están influyendo las señales de la industria que está tratando de establecer un techo a los valores de los ganados gordos.