Doctora Graciela Sabini

Locales | 23 May La doctora Graciela Sabini, profesora grado 5 de la Cátedra de Oncología Clínica de la Facultad de Medicina, indicó a EL TELEGRAFO los principales aspectos médicos actuales en torno del cáncer que, en el Uruguay, mantiene un segundo lugar en cuanto a mortalidad general detrás de las enfermedades cardiovasculares y superando apenas a los accidentes de tránsito. “En el tratamiento del cáncer se ha avanzado mucho en los últimos años, lo que ha sucedido relativamente rápido. Hace cuarenta años que estoy en la carrera y he visto grandes avances. Uno de ellos es la prevención en sus diversos aspectos y el otro es en la actitud hacia el cáncer, que ha variado de ser una enfermedad estigmatizada, que no se nombraba, a ser una enfermedad crónica con muchas posibilidades de curación de la cual la gente habla libremente. Eso es muy importante porque en ello va la calidad de vida de las personas”.
“Por otro lado, se ha avanzado en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. En este aspecto se ha superado mucho la técnica quirúrgica con operaciones exitosas y eficientes, menos mutilantes que antes, se ha avanzado en la radioterapia con aparatos mucho más sofisticados técnicamente. También en los tratamientos sistémicos, en la quimioterapia, la radioterapia y últimamente han aparecido los blancos moleculares, sustancias que actúan directamente sobre una vía metabólica de la célula tumoral, anulándola y por lo tanto deteniendo o curando el cáncer. Quiere decir que ha aumentado mucho la oferta y la calidad de los tratamientos oncológicos”.
La tecnología
que se emplea
Consultada sobre el empleo del Resonador Magnético Nuclear (RMN) en el diagnóstico del cáncer, la doctora Sabini recordó que “luego de la prevención primaria que apunta a que la persona no enferme, se pasa a la prevención secundaria que al enfermar haya un diagnóstico lo más temprano posible para que esa patología incipiente pueda ser curada con los métodos que tenemos actualmente. A ese respecto, el avance de los estudios diganósticos como la mamografía, ecografías mamarias son muy importantes, pero el RMN sirve mucho, lo que usamos para ver si -una vez tenido el diagnóstico- la enfermedad está en algún otro lugar del organismo, pero no para el diagnóstico inicial, en ese sentido no. Lo mismo para la tomografía por emisión de positrones (PET) que todavía no disponemos en el Uruguay, un estudio de imagen porque es lo que nos dan a los médicos. Luego hay que interpretarla y ver cómo se realiza el tratamiento”.
Programa lanzado
en paysandú
Atribuyó enorme importancia al Programa Nacional de Control del Cáncer, lanzado en 2005 y “anunciado por el presidente Tabaré Vázquez acá en Paysandú, en su alocución durante el acto de inauguración de las XX Jornadas de Oncología Médica del Interior. El director del programa es el doctor Ignacio Musé, siendo un mecanismo de coordinción muy importante que existe en todos los países desarrollados”. “Si no existiera ¿qué pasaría? -se preguntó la doctora Sabini. Se tomarían muy buenas acciones contra el cáncer pero como esfuerzos desperdigados y justamente la función primordial del programa es coordinar las acciones. No generar acciones por sí mismo sino coordinar todo lo que se hace en cuanto a prevención y tratamiento oncológico, algo muy importante y mucho más para un país como nosotros de recursos limitados”.
Enfermedad que
se puede revertir
Respecto de la estadística médica nos dijo que “hay cifras globales que indican que el 30 por ciento de los cánceres se pueden prevenir y, además, el 30 por ciento se pueden curar y el otro 30 por ciento se transforman en crónicos pero al cabo los pacientes pueden morir por su enfermedad”. Sobre la actitud sicológica de los pacientes sostuvo que “la salud, como tantas otras cosas, es algo que se aprecia cuando se pierde y el diagnóstico de cáncer es impactante para la persona, su familia y entorno. Por lo general ese momento es el que pone a la persona en una situación que nosotros llamamos ‘límite’ o ‘de crisis’, pero a medida que pasa el tiempo eso se va revirtiendo. Importa mucho la estructura siquíca del paciente y del entorno, sobre todo la contención que tenga de su familia”.