NADIE ES PERFECTO

Locales | 30 May (Por Enrique Julio Sánchez, desde Estados Unidos).- En apenas 12 días, el deporte más popular del mundo, --aunque no en Estados Unidos, donde es claramente superado por el béisbol, el futbol americano y el golf--, vivirá su gran fiesta mundial.
Sudáfrica será sede del Mundial de Futbol 2010 que -or fin- incluye a la Celeste entre las 32 selecciones que disputarán la Copa. Ahí donde esté un uruguayo, sin dudas, estará pensando en disfrutar de todos los encuentros de la selección, con la confianza, el anhelo, la esperanza de poder sentir la emoción del triunfo.
En esta oportunidad, en Estados Unidos, gracias a las cadenas de televisión hispanas, será sencillo seguir en vivo y directo los encuentros de Uruguay, durante la Primera Fase mundialista. Univisión, una de las cinco principales cadenas televisivas de Estados Unidos, sin importar el idioma, y la cadena de televisión abierta en español de mayor sintonía, que hace disponible su señal al 95% de todos los hogares hispanos del país, emitirán la mayoría de los partidos en directo.
Así, el viernes 11 de junio, tras emitir la inauguración a las 8 de la mañana, hora del Este de los Estados Unidos, pondrá en el aire el primer partido de Uruguay, con Francia, a las 2 de la tarde. A la misma hora, del miércoles 16, el segundo encuentro, con Sudáfrica, y el martes 22 a las 9.30 de la mañana del Este, el tercer encuentro, con la selección de Mexico.
Con el mismo fervor y la misma esperanza que los uruguayos en el país, los inmigrantes uruguayos en Estados Unidos (y obviamente en todo el mundo, pero siguiendo otras señales de televisión) encontrarán la manera de poder seguir por Univisión, acompañados por el fraternal mate, la campaña de la Celeste en el Mundial, vestidos con camisetas de la selección o agarrando con fuerza una bandera patria.
No habrá oportunidad para las caravanas de victoria, simplemente porque en este entorno gringo, los yoruguas somos no solamente un puñado sino especialmente una de las varias hinchadas latinas que alentarán a sus respectivos seleccionados, con la enorme supremacía numérica de los mexicanos. Pero si se obtienen los esperados triunfos, la alegría será igualmente desbordante, aunque se exprese en silencio.
En Estados Unidos, el tema del Mundial de Fútbol no está en la tapa de los principales diarios ni ocupa muchos segundos en los informativos televisivos, más allá de los programas especializados.
Aquí, como siempre, hay otros temas que atrapan la atención general, como el estancamiento del gasto de consumo en abril, después de crecer ligeramente los meses previos. Lo que los gringos gastan en consumo representa el 70% del movimiento comercial de la nación, por lo que si éste se estanca, lo mismo ocurre con la economía nacional.
Por supuesto, entre los hispanos el boicot a Arizona debido a su controversial ley racista anti inmigrante continúa como la primera prioridad, pero por el momento el presidente Obama solamente ha expresado con cierta timidez su rechazo, aunque no ha tomado acciones desde el Gobierno Federal que impidan la vigencia de la ley o que inicie la esperada y demandada reforma migratoria.
Pero Obama en estos días, respondiendo obviamente a otro clamor popular, ha estado especialmente preocupado por la fuga de petróleo en el Golfo de México, especialmente debido al paso del tiempo y a la imposibilidad de la petrolera británica BP, de sellarla.
Como ocurre siempre, la realidad mundial es demasiado rica como para contentarse con una sola gran realidad, una sola gran historia. Decenas de miles de personas se aprestan a disfrutar en vivo los encuentros del Mundial, después de pagar hasta 450 dólares cada entrada, mientras cientos de millones más preparan sus televisores, reubican los muebles de la sala y hacen los preparativos en sus trabajos para poder seguir la pasión mundial por televisión.
La Celeste es parte de esa pasión. Nuestra selección vuelve al mayor torneo futbolístico del mundo. Vamos por esta. ¡Solo eso te pido Diosito!