Opinion | 03 Jun Durante su participación en la 78ª Sesión General Anual de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), desarrollada en Francia, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, afirmó que ante una realidad mundial en la que preocupa seriamente el tema de la seguridad alimentaria y sanidad animal, la estrategia de Uruguay como país es desarrollar una política de diferenciación de sus productos de exportación. En este sentido se busca desarrollar una política agropecuaria enfocada especialmente para que el producto uruguayo contenga un valor agregado ambiental desde la perspectiva del cambio climático, además de la inocuidad y la seguridad alimentaria.
Si bien las emisiones de dióxido de carbono son responsables de más del 60% del aumento del efecto invernadero, también hay otros gases, como el metano, que contribuyen, siendo sus principales fuentes las actividades agrícolas, en particular la cría de ganado, plantación de arroz anegado, disposición de desechos y la minería de carbón.
En nuestro país, la Unidad de Cambio Climático, que funciona en la órbita del Mvotma, ha venido desarrollando en los últimos años varias investigaciones sobre el tema y es conocido que las principales fuentes de emisiones de metano en Uruguay son el sector agropecuario (91% del total) y la descomposición de basuras (9% del total) considerando la descomposición de los residuos sólidos urbanos, las aguas residuales domésticas y comerciales y las aguas residuales industriales.
Por otra parte, el 92% de las emisiones totales de metano que corresponden al sector agropecuario provienen de la fermentación entérica de los rumiantes. En otras palabras: el ganado bovino libera gas metano durante su proceso digestivo y contribuye al calentamiento global no por medio de las flatulencias como se cree comúnmente, sino por los eructos.
Si se busca instrumentar sistemas de producción animal sostenibles, éstos deben propender por una menor producción de metano. Una de las propuestas que se consideran para reducir esas emisiones es mejorar la dieta animal incrementando el área y la calidad de pasturas sembradas, así como trabajar con campos mejorados por fertilización e incorporación de nuevas especies. Según los estudios realizados, también sería necesaria la promoción de las prácticas corrientes de un manejo mejorado del rodeo ya que ello contribuiría a la reducción de la cantidad de metano emitido por la producción ganadera. Ahora bien, las medidas de mitigación antes señaladas son complejas en su instrumentación y deben realizarse sin afectar la productividad de un sector muy sensible para la economía nacional ni la característica del ganado en Uruguay, que es 100% natural. Este último también es un valor diferencial que es necesario tener en cuenta y cuidar con esmero.