Paysandú, Viernes 04 de Junio de 2010
Locales | 30 May Cada día más uruguayos optan por la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VHP), que es capaz de prevenir la mayoría de los casos de cáncer de cuello de útero, enfermedad responsable de la muerte de una mujer cada tres días en el país. Además, una de las vacunas que se comercializa en Uruguay es capaz de prevenir el cáncer de vagina y de vulva en mujeres y de verrugas genitales en hombres y mujeres.
La vacuna se recomienda para las niñas de 11 o 12 años, pudiéndose administrar a los 9. “Es importante que las niñas se vacunen contra el HPV antes de su primer contacto sexual, antes de estar expuestas al virus del papiloma humano. No obstante, la vacuna también se recomienda a niñas y mujeres de 13 a 26 años de edad que no recibieron las tres dosis completas cuando eran más jóvenes. En el caso de los varones, pueden vacunarse entre los 9 y 26 años contra el HPV para prevenir verrugas genitales. Al igual que en las mujeres, es mejor vacunarse antes del primer contacto sexual”, dijo el doctor Luis Nin, director médico del Laboratorio Cibeles, que comercializa la vacuna Gardasil, durante el inicio de una serie de actividades de divulgación sobre este tema, dirigidas a médicos, estudiantes y padres.
El médico refirió como un adelanto para el país la reciente autorización del MSP a la inoculación de esta vacuna en varones. “Las enfermedades más frecuentes relacionadas a la infección por el virus del Papiloma Humano (VHP) son las verrugas genitales, en el hombre y la mujer y el cáncer de cuello uterino en la mujer. Se trata de un virus de transmisión sexual, que puede estar en el organismo en forma latente por períodos de tiempo prolongados”, explicó.
Los hombres también se contagian por el HPV por vía sexual, al igual que las mujeres. En la mayoría de los casos el virus no les produce síntomas ni lesiones genitales, entonces desconocen su infección y pueden transmitirlo a sus parejas sexuales. En otras ocasiones produce verrugas en el pene o en el escroto, que pueden extenderse a la región perineal y perianal. Si se trata de un HPV de alto riesgo oncogénico puede producir en el hombre cáncer de pene y de ano.
DOBLE PREVENCIóN
A diferencia de otros tumores, el cáncer de cuello uterino se puede prevenir. Eso quiere decir que pueden detectarse lesiones preinvasoras que de no ser tratadas se convierten en un cáncer invasor. Si se detecta una vez que se transformó en un cáncer invasor, deben realizarse tratamientos muy agresivos (cirugía, radioterapia, quimioterapia); y a pesar de los mismos la mitad de las pacientes que realizan tratamiento mueren a causa de este cáncer.
“Cuando hablamos que se puede prevenir, queremos decir que desde los años 60, gracias a los estudios de Papanicolaou y al desarrollo de la colposcopía, los ginecólogos pueden detectar alteraciones celulares en el cuello uterino, que si son tratadas correctamente evitan la aparición de un cáncer cervical invasor”, dijo el médico. Agregó que ahora la vacuna representa un refuerzo de esa prevención y el papanicolau, que no debe dejarse de hacer en las mujeres que han recibido la vacuna, pasaría a ser un segundo nivel de prevención.
El HPV es un virus muy pequeño que sólo se visualiza por técnicas microscópicas especiales y que infecta piel y mucosas de mujeres y hombres, y es ahí donde puede vivir y reproducirse.
Al ser limitada la protección para su contagio, los estudios demostraron que más del 50% de las mujeres adquiere una infección por HPV en los 5 primeros años de inicio de sus relaciones sexuales. Muchas de estas mujeres no se enteran nunca de su infección ya que el HPV no les produce ningún síntoma y desaparece del cuerpo. Otras veces les ocasiona lesiones que pueden aparecer meses o incluso años más tarde de haber adquirido una infección por HPV. De los distintos tipos de HPV conocidos, los tipos 6 y 11 están asociados aproximadamente con el 90% de las verrugas genitales y los tipos 16 y 18 con más del 70% de los cánceres del cuello uterino.
Cada una de las tres dosis de la vacuna --que deben darse a lo largo de un período de ocho meses-- es comercializada por el laboratorio a unos $ 3.300 pesos y su precio al consumidor depende de si las mutualistas que las administran trasladan sólo ese costo o algo más.
Al igual que la otra vacuna contra el HPV existente en el Uruguay, llamada Cervarix, Gardasil no está incluida en el Carné de Vacunación ni es administrada gratuitamente por los servicios de salud.
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