Opinion | 30 May La realidad es dinámica y los vaivenes de la economía global afectan no sólo la competitividad sino hasta la posibilidad de nacimiento y desarrollo de las iniciativas empresariales. Por eso, es necesario prepararse para enfrentar estas situaciones y poder tener una inserción real en el mercado.
Hay veces que eso no es posible o se hace mucho más difícil si se emprende en solitario. Teniendo en cuenta esa realidad, desde hace algunos años el Programa de Competitividad de Conglomerados y Cadenas productivas (PACC), que depende de la la Dirección de Proyectos de Desarrollo de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de la Presidencia de la República, está trabajando en la formación de conglomerados de empresas con el apoyo de organismos oficiales.
Puede definirse un conglomerado como una estructura de trabajo en base a la cooperación a partir de la concentración geográfica de empresas y de instituciones relacionadas que están unidas por un mismo negocio, producto o servicio.
Ahora, el conglomerado de diseño promueve proyecto para el desarrollo y comercialización de línea de muebles de autor con maderas nacionales. La propuesta, que involucra a empresas seleccionadas en una convocatoria de proyectos asociativos, apunta al desarrollo del mercado en San Pablo para muebles de diseño de autor con maderas nacionales reforestadas certificadas y contemplando las prácticas de desarrollo sustentable. En una primera etapa del proyecto se realizará una investigación de mercado en destino con fin de orientar una segunda etapa de diseño de mobiliario y una tercera de acciones comerciales en Sao Paulo. A su vez, se incluye la generación de un testeo productivo de los prototipos (línea de 8 prototipos), de una pre-serie de los productos desarrollados y de materiales de promoción para las acciones comerciales.
Para el diseño de muebles, utilizar maderas provenientes de bosques reforestados y bajo la certificación FSC es un diferencial y un valor muy requerido a nivel mundial, así que la estrategia elegida resulta interesante. En tanto, el hecho de participar una forestal, una empresa de diseño de mobiliario y una carpintería, cierra el circuito de la propuesta, que tiene muy buenas perspectivas y podría estar sentando las bases para una industria de muebles de autor con maderas nacionales que dé lugar a la generación de nuevas fuentes de empleo y la incursión en nuevos rubros de comercialización reivindicando el potencial de los conglomerados como estrategia de desarrollo. Una vez más, el dicho vale: la unión hace la fuerza.