Opinion | 31 May Al presidente José Mujica le preocupa, al igual que a muchos uruguayos, el costo que tienen para el país los paros, feriados y licencias. En su audición de M24 “Habla el presidente”, advirtió que ante un conflicto debe haber preocupación por “cómo quedamos al otro día, si quedamos con resentimiento o con libertad, sin aplastamientos, sin ofensas. Sin el cuchillo abajo del poncho, sin odio, sin mezquindad”.
Según informó “Últimas Noticias”, en dos preguntas iniciales, el presidente cuestionó: “¿Tendremos alguna cosa más de concordancia los orientales, algo más que el apoyo a la celeste? ¿Tendremos algunos puntos de acuerdo genéricos de carácter nacional que tengan la contundencia de nuestra esperanza para con la camiseta celeste?”. Mujica pidió poner la convivencia por delante de los conflictos porque aunque “hay temperamentos fanáticos, que absolutamente nada les viene bien, pero la marcha de una sociedad no es fanática”. Su expectativa es que “antes de llegar a los últimos recursos” se bajen los “decibeles”, ya que cuando fracasan las negociaciones “suelen quedar de rehenes los más débiles”.
Con un paro parcial de cuatro horas anunciado para el 9 de junio por el Pit-Cnt, el presidente señaló que “cada vez que el país se tiene que paralizar por lo que fuera, es muy difícil cuantificar lo que se pierde” y que “madurar como sociedad significa incrementar la capacidad de transformar los conflictos en negociaciones que dan salida”.Mujica nuevamente habló del trabajo, instando a poner todo de sí para que el país y los uruguayos como sociedad salgamos adelante. Necesitamos reestablecer la cultura del trabajo, sentido de responsabilidad ante la tarea por la cual recibimos una remuneración. Recuperar aquella fuerza y pujanza que tuvieron quienes forjaron este país.
Cultura del trabajo no es simplemente cumplir, más o menos, con las tareas asignadas sino responsabilidad también ante los resultados, tanto en calidad como cantidad, asistencia, puntualidad y aprovechamiento del tiempo de trabajo. La laboriosidad es la expresión de la necesidad de trabajar por amor al trabajo mismo, de vocación y actitud. La cultura del trabajo, que debe comenzar a enseñarse en la niñez, es el componente principal para evitar los males que aquejan en los diferentes áreas, especialmente las públicas.