JORGE ARIEL DÍAZ

Locales | 04 Jun Viaja todos los días 30 kilómetros desde pueblo Porvenir para cumplir con su trabajo. Ahora lo hace en moto, pero durante año y medio lo hizo en bicicleta. Lo estimula el solo hecho de tener un trabajo. Esas ganas y la pasión – que algunos trabajos puedan generar – son el estímulo perfecto para cumplir todos los días con responsabilidad. Jorge Ariel Díaz es un locutor animador de escenarios. Tiene 35 años y vive junto a su madre y a su hermana menor en pueblo Porvenir, y es padre de un niño de 12 años.
Su infancia fue como la de cualquier chiquilín de pueblo, donde la diversión era correr por los alrededores del barrio e ir de pesca al arroyo. Su familia no tenía posibilidades económicas y a muy temprana edad tuvo la necesidad de trabajar. La separación de sus padres, cuando Jorge apenas tenía 4 años, hizo que su madre se hiciera cargo de él y sus 5 hermanos.
A los 14 años Jorge encontró trabajo en las plantaciones de remolacha. Iba a la escuela por la mañana y por la tarde raleaba los cultivos a la par de los mayores. Fue su cuñado quien lo acompañó en sus primeras experiencias de trabajo. Afirma que no tenía mucho margen porque había que comer y tenía que colaborar con los ingresos de su madre, quien trabajaba como empleada doméstica.
“Había que hacer mucho esfuerzo para poder tener lo necesario en un hogar donde había muchas carencias materiales”.
Recuerda que se dedicó a la remolacha hasta que no se plantó más. Fue cuando tuvo que salir de tractorero y posteriormente en los hornos de ladrillos por los alrededores del pueblo.
Un día descubrió su gusto por la radiodifusión. Todo comenzó cuando hizo sus primeras experiencias como animador en escenarios en eventos, festivales, quermeses y espectáculos en su pueblo y otras localidades del interior sanducero. Se vinculó a la radio gracias a su amigo Sergio Pablo Pérez. Fue así que empezó a hacer algunas suplencias o cubriendo algún conocido en programas de música tropical. Probó en varios medios de la ciudad hasta que cierto día comenzó con la locución comercial en transmisiones deportivas. “Se dio que junto a Sergio Pablo fuimos a hacer básquetbol en radio Charrúa”.
“Luego tuve la oportunidad de que el propietario de la emisora, Lucio Raúl Francolino me invitara para locución comercial, en oportunidad que se jugaba un mundial y yo tenía que tapar al locutor para insertar nuestra parte comercial en la cadena nacional.
Jorge considera que es muy difícil que ahora se abran las puertas de un medio, como en aquel momento le abrieron a él. “Yo no tenía Primaria completa. Recién pude terminar los estudios de la escuela primaria cuando tenía alrededor de 31 años de edad. Fue gracias a una prima hermana que era maestra que me impulsó a retomar la escuela y así pude terminar”.
“Después de un buen tiempo pude lograr la efectividad en Radio Charrúa. Salir dos días antes a la ruta para transmitir un partido de fútbol en otro departamento resultaba lo más normal.
Confiesa que su sueño ya está cumplido, “porque éste es el mejor regalo que le puedo hacer a mi madre, ya que ella siempre quiso escucharme en una radio y cumplí. También me gustaría que mi hijo, que le gusta mucho la radio, llegara a tener la posibilidad de hacer lo que uno hace”.
“Es algo que hago con tanto cariño y con esmero. Pero si él llegara hacerlo, ojalá que no le resulte tan complicado como fue mi caso. De todos modos estoy contento y orgulloso de ser alguien en la vida”.