Nacionales | 06 Jun Las rapiñas a locales gastronómicos, comercios y transporte colectivo en momentos dónde hay muchos clientes parece ser el nuevo objetivo de las bandas de delincuentes en Montevideo. Restaurantes, supermercados y estaciones de servicio han sido objeto de robo por grupos de jóvenes, pero la novedad es el alto nivel de violencia con el que tratan a propietarios, empleados y clientes. El jefe de Policía de Montevideo, inspector mayor (r) Walder Ferreira, dijo a radio “El Espectador” que la mayor preocupación es el aumento y el grado de violencia en los atracos. Destacó que uno de los factores a los que se le atribuye este comportamiento es el consumo de drogas.
Además, se adaptan a las restricciones que se implementa para combatirlos, porque “en la medida que uno va tomando determinadas precauciones en cuanto al accionar, ellos también lo van cambiando. Y nosotros tendremos que ir aggiornándonos y adaptando nuestras estrategias de acuerdo a la operativa de la delincuencia”, añadió.
La Jefatura de Policía de Montevideo, junto con las autoridades del Ministerio del Interior, analiza a diario esta situación. No obstante la sensación de inseguridad que se vive y percibe, Ferreira dijo que las rapiñas han mermado sensiblemente a causa de los nuevos operativos que realiza la Policía.
También destacó que en la actualidad hay rapiñeros detenidos con varias entradas en su haber. “Todos los días estamos agarrando muchachos que tienen muchas entradas. Quiere decir que hay que intentar retener menores infractores, no puede ser que se escapen todos los días (…) Los internamos y a los dos, tres días, están afuera... Es desgastante”, apuntó.
Según Ferreira, con retener a 400 jóvenes sería suficiente para mejorar sensiblemente los niveles de seguridad. Añadió que a causa de esta situación, el ministerio propone hacer “inteligencia” más allá del trabajo preventivo y represivo de los delincuentes. Explicó que significa “no tanto hacer la prevención del policía uniformado en las calles, que evita en ese momento el hecho, pero no tiene una idea cabal de cuál es el problema y cuáles son los elementos que causan ese problema”. Para el jefe de Policía de la capital no se trata de aumentar el número de personal, sino mejorar las condiciones de trabajo y bajar la carga horaria. Un policía menos cansado, mejor pago, mejor entrenado y más estimulado.