Nacionales | 04 Jun La justicia argentina envió a prisión ayer a Miguel Ángel Furci, ex agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), por el secuestro y tortura de 67 personas en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, donde estuvieron detenidos más de 30 ciudadanos uruguayos. “Hay heridas que nunca van a cerrar, pero que se juzgue a los responsables ayuda”, dijo ayer la uruguaya Elba Ramos, en el inicio en Buenos Aires del juicio por los crímenes cometidos en Orletti, en el marco del Plan Cóndor. Elba Ramos tenía 20 años, era una militante estudiantil que había huido de la dictadura y vivía en Buenos Aires, cuando fue secuestrada el 14 de julio de 1976 y llevada al centro de detención donde fue torturada y desde donde 12 días más tarde fue trasladada en un vuelo clandestino a Montevideo. Ramos, madre de dos hijas de 24 y 21 años, forma parte de una treintena de uruguayos que fueron torturados en Orletti y trasladados entre el 24 y 26 de julio de 1976 de regreso a nuestro país, donde los mantuvieron desaparecidos hasta que en octubre fueron “blanqueados” en un falso operativo.