Nacionales | 09 Jun No tenía que “dar manija”
En el oficialismo están molestos con el jefe de Policía de Montevideo, Walder Ferreira, por sus críticas a la falta de capacidad del INAU para contener a los menores infractores más peligrosos. Ferreira, como muchos uruguayos, piensa que si se solucionara esto, mejoraría la seguridad pública. Pero el oficialismo cree que las opiniones fueron inoportunas y reprochables.
Consigna “El País” que el diputado oficialista Jorge Orrico, integrante de la comisión multipartidaria de seguridad ciudadana, tildó de “muy inoportunas” y “reprobables” las declaraciones y que a Ferreira “no le corresponde hacerlas”. “Para dar manija hay muchos; entonces no es cuestión que el jefe de Policía de Montevideo, con toda la autoridad que ello implica, salga a dar manija él”, añadió.
Claro, otros integrantes de la comisión multipartidaria pero de la oposición, en cambio, coinciden con el planteo del jerarca policial. El senador blanco Carlos Moreira dijo tener “coincidencia total” con las afirmaciones de Ferreira. Opina que en el INAU “no hay autoridad, no se asegura la sentencia del juez cuando ordena la internación del menor”.
Mientras el dirigente colorado Alberto Scavarelli indicó que lo expresado por el jerarca “es un dato de la realidad”. “Si alguien es derivado al INAU con privación de libertad es porque un juez lo dispuso” y el Estado “tiene la responsabilidad y el deber de dotar al organismo de los medios para cumplir la sentencia”, dijo.
A tejer se ha dicho
El senador socialista Daniel Martínez mandó a los frenteamplistas “a tejer de nuevo”. No es que esté preocupado por la cercanía del invierno y quiera preparar a sus correligionarios para enfrentar las bajas temperaturas. Su verdadera preocupación es la unidad partidaria.
Informa “La República” que en el programa “Primera Voz” de radio “AM Libre”, Martínez habló sobre la necesidad de introducir modificaciones a la estructura del Frente Amplio. La pérdida de intendencias y el elevado voto en blanco replantea para el legislador una realidad: darle más participación a los frenteamplistas.Indicó que el 14% de votos en blanco replantea muchas cosas hacia la interna. “Ya se veía la multicausalidad de este tema. Me reuní con miles de personas, pero la gotita que volcó el vaso fue la forma de la elección del candidato a la intendencia”, indicó. Evidentemente, el tema sigue siendo una herida abierta para Martínez.“Hay que empezar a tejer de nuevo”, afirmó el senador. El senador socialista recordó ante la participación de los partidos tradicionales en los entes autónomos, que las condiciones actuales no son las mismas que en el gobierno de Tabaré Vázquez. “Hasta la oposición es distinta, antes tenía una actitud más confrontativa. A muchos integrantes de los partidos tradicionales les costó digerir la pérdida del gobierno”, añadió.
Unos terminan luna de miel...
El gobierno y la oposición acordaron cuatro temas estratégicos y también la integración de empresas y organismos estatales. El líder de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, prometió mantener dos compromisos políticos: lealtad y obligación. Pero todo lo bueno se acaba. El legislador aclaró que “la luna de miel, los primeros 100 días del nuevo gobierno se terminan y llega el momento de trabajar”.
Para Bordaberry, la “lealtad no significa no decir que todo está bien cuando en realidad está mal. Hay que señalar y corregir cuando no están bien las cosas”. No obstante, asumió “la obligación de construir y no de destruir desde el lugar de la oposición porque esa ha sido la historia de mi partido”.
Y otros la inician
Y mientras tanto, otros inician la luna de miel. El sindicato Adeom recibió a la intendenta electa de Montevideo, Ana Olivera, quien propuso iniciar el diálogo entre el futuro gabinete y los sindicalistas antes de asumir. No se negó a discutir ningún planteo efectuado por el sindicato. ¿Cuánto durará el romance?
Señala “Últimas Noticias” que el clima de la reunión entre el sindicato municipal capitalino y la futura intendenta fue cordial. Fue el comienzo de una “luna de miel” pero estiman, debe culminar bien. Con esa frase demuestran que seguramente durará poco el romance.
El prosecretario del sindicato, Facundo Cladera, dijo al matutino capitalino que Olivera “no tuvo negativas a negociar ningún tema”, pero que la relación se afecta cuando “no se cumplen los acuerdos que se alcanzan”. Pero de entrada, el sindicato planteó a Ana Olivera el reclamo de salario mínimo municipal de media canasta básica, estimado en 20.000 pesos.
Para Olivera, los desacuerdos no deben angustiar sino generar más diálogo. Según dijo, la dirigencia sindical planteó al finalizar el encuentro que esperan “sea un quinquenio de diálogo” donde se logre lo mejor para los montevideanos. “Me llevo la plataforma y otros planteos que quedaron en el medio del debate de la transición y haber presentado a la directiva y funcionarios los objetivos de la administración”, afirmó la intendenta electa.