Policiales | 12 Jun La Justicia procesó ayer a una mujer de 30 años, denunciada por su empleador de hurtar dinero en varias oportunidades. Según información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, un hombre de 49 años, domiciliado en la zona de China María y Treinta y Tres Orientales, se presentó en la Seccional Segunda de Policía para denunciar el hurto desde su casa de alrededor de 30.000 pesos.
Según relató, una mujer de 30 años e iniciales R.E.S.F, se desempeña como doméstica en su casa desde hace aproximadamente dos años. Dijo que en ese entonces fue contratada por su esposa, pero al fallecer la dueña de casa, la mujer continuó trabajando para él. Sin embargo, en los últimos meses comenzó a notar la falta de diversos efectos como costosos perfumes, calzado y prendas de vestir que habían pertenecido a su esposa fallecida. Si bien sospechaba de la trabajadora, no tenía suficientes pruebas en su contra.
El denunciante, responsable de un taller de tornería, había efectuado recientemente un trabajo para una empresa local por el cual había recibido como pago 28.000 pesos que luego guardó meticulosamente en un ropero, incluso dentro de varias cajas. Sin embargo, poco después notó que le habían hurtado la totalidad del dinero.
Convencido de que había sido la doméstica, decidió tenderle una celada. Reunió 4.000 pesos en billetes de cien, anotó su numeración y luego, mientras la mujer permanecía en la casa, los dejó en un lugar visible, tras lo cual se retiró a trabajar. Al regresar notó la falta de 1.200 pesos, así que radicó la denuncia en la referida dependencia.
Los Policías detuvieron a la sospechosa y al practicarle una requisa corporal le incautaron 1.200 pesos, cuya numeración coincidía con la registrada por el denunciante. Interrogada respecto al hurto de los 28.000 pesos, la detenida negó toda vinculación, pero finalmente admitió la autoría y poco después los investigadores recuperaron el dinero desde su domicilio. Ayer R.E.S.F fue conducida ante la Justicia y procesada sin prisión por dos delitos de hurto en reiteración real, debiendo cumplir medidas sustitutivas a la prisión.