Locales | 16 Jun El acondicionamiento y acopio de la biomasa que se quema en los gasógenos es uno de los aspectos logísticos primordiales en la operativa que desarrollará Azucarlito para la generación de electricidad con destino a UTE, y actualmente no se está efectuando acopio especial para el funcionamiento de la planta, adelantó el director gerente de la empresa, Cr. Raúl Cancelo.
Precisó que si bien se está en la etapa de concretar acuerdos con los proveedores de los desechos forestales, “primero debe estar todo definido”, y a la vez “tenemos que consumir también lo que aquí tenemos”. A la vez se prevé que antes de la finalización de este mes va a quedar instalado y funcionando un sistema de recibo, clasificación y acopio de la biomasa, a efectos de separar el aserrín de los chips y sacando además los que están fuera de medida.
Este proceso permitirá que se pueda trabajar de mejor forma en los gasógenos, precisó el entrevistado, al señalar que esta clasificación comprenderá los cientos de toneladas que se almacenan en la fábrica.
Apuntó Cancelo que evidentemente la lluvia es un factor adverso, al estar almacenados parte de los desechos al aire libre, desde que ello significa que se absorba humedad, sobre todo en el caso del aserrín. “En una primera etapa encaramos la clasificación, y a la vez se abordará el proceso de secado del aserrín en uno de los secadores que se utilizaban para el denominado tallarín de la remolacha azucarera, que luego se prensaba y se amelazaba”, expuso.
Se ha adecuado el secadero para utilizar uno de esos secadores “y estamos en la parte de instalación del transporte neumático hasta la caldera. Lo que se pueda irá directamente a la cámara, con aserrín seco transportado neumáticamente y el resto van a ser chips”, explicó el entrevistado.
Señaló asimismo que en lo que refiere a la quema de chips en gasógenos no existe experiencia en el medio, “porque lo que se ha hecho es con quema en calderas, directamente en la grilla”.
En esta situación se encuentran los operarios de los gasógenos instalados también en Rivera y Tacuarembó, “donde se está aprendiendo ante la realidad de trabajar con chips húmedos”.