Deportes | 16 Jun Escenario: Estadio Port Elizabeth. Espectadores: 37.034 personas. Arbitro: Jorge Larrionda (Uruguay).
Costa de Marfil: Boubacar Copa Barry; Guy Demel, Kolo Touré, Didier Zokora, Siaka Tiene; Emmanuel Eboué (Romaric 89), Yaya Touré, Cheik Ismaël Tioté; Gervinho (Abdoul Kader Keita 82), Aruna Dindane, Salomon Kalou (Didier Drogba 66). DT: Sven-Goran Eriksson.
Portugal: Eduardo; Paulo Ferreira, Bruno Alves, Ricardo Carvalho, Fábio Coentrao; Deco (Tiago 62), Pedro Mendes, Raul Meireles (Ruben Amorim 85); Cristiano Ronaldo, Liedson, Danny (Simao 55). DT: Carlos Queiroz.
Amonestados: Zokora, Demel y Cristiano Ronaldo.
Los empates parecen ser la moneda corriente en el Mundial de Sudáfrica. Pero en el afán de no perder, ya que una derrota significa reservar pasajes de vuelta, los equipos juegan mucho a la defensiva y en la cancha queda poco espacio para ver fútbol. Ayer Costa de Marfil y Portugal se enfrentaron en un aburrido partido, en el que ninguno de los dos intentó arriesgar y terminaron 0 a 0, en el Estadio Port Elizabeth.
Más allá de que los partidos en un Mundial hay que jugarlos y además no hay lógica, el perdedor del partido hubiera tenido que pensar seriamente en volver, teniendo en cuenta que en el Grupo G está también Brasil, el favorito de siempre, y Corea del Norte. Por eso ninguno arriesgó, solo un tímido remate de Portugal en el complemento fue lo más inquietante de los 90 minutos. Tampoco Drogba, que fue habilitado para jugar después de su lesión y polémica recuperación de uno de sus brazos, pudo desnivelar a favor de los marfileños.
Portugal se desplegó muy bien en el mediocampo, pero el jugador estrella del equipo, Cristiano Ronaldo, sigue sin tener grandes actuaciones y apenas tuvo como destaque el haber estrellado la pelota en uno de los caños del arco de los elefantes. Vale marcar la buena actuación del árbitro uruguayo Jorge Larrionda, quien hizo respetar su jerarquía dentro de la cancha. El resultado los mantiene con vida a ambos en un grupo parejo, pero en el que perder parece ser prácticamente suicida teniendo enfrente a Brasil.