Locales | 17 Jun En tanto la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú continuaba reunida al cierre de esta edición y se especulaba con la posibilidad del levantamiento del bloqueo fronterizo que mantiene desde hace tres años y medio, en Uruguay hubo preocupación y cuestionamientos al mensaje del presidente José Mujica en el que alude a la polémica de hasta dónde puede llegar la participación del gobierno argentino en el control a la planta de celulosa de Fray Bentos.
“El autocontrol puede ser un concepto muy valioso en la discusión ética pero tiene patas cortas en la vida material. El sistema de control que vale es el que hace espacio a la oposición de intereses, porque es la única manera de contener la natural inclinación a ser indulgentes con nosotros mismos. Son los afectados más directamente por nuestras acciones los que más derecho tienen a estar involucrados en la protección de sus intereses. Lo contrario es incurrir en ese tipo de actitud que los españoles llaman ‘Yo me lo guiso, yo me lo como’. Mejor cocinamos a medias y nos hacemos la fiesta juntos. Ensanchamos el ‘nosotros’ y recortamos el ‘ellos’”, expresó Mujica en un artículo publicado en el sitio web de Presidencia.
Allí señala también que “cuando nuestra actividad actúa sobre los intereses de otros, la tapa del libro establece que debemos ser cuidadosos en la manera en que afectamos esos intereses. Pero no conozco dirigente, funcionario, organización, empresa o país al que le guste que lo controlen sobre la manera en que hace las cosas. Todos aborrecemos que nos presionen o nos pongan límites y estamos dispuestos a jurar por lo más sagrado que si nos dejan solos y tranquilos seremos los más celosos custodios de los intereses ajenos. Estoy dispuesto a creerle estas declaraciones a la Virgen María, a la Madre Teresa y a nadie más. Por lo pronto, no me las creería a mí mismo”.
REPERCUSIONES
El senador del Partido Nacional Jorge Larrañaga dijo a El Espectador que si bien no entiende completamente el artículo de Mujica en el sitio web de Presidencia, Uruguay no debería permitir un control interno dentro de la fábrica porque esto no lo exige el propio fallo de La Haya.
“A mí me quedan dudas de esa exposición. Lo que no nos parece correcto es que se acepte un monitoreo dentro de la propia planta porque eso es de alguna forma ceder soberanía, eso termina afectando también el propio derecho de propiedad. ¿Los argentinos nos dejarían inspeccionar todas las plantas que tienen afluentes al río Uruguay?”, cuestionó.
Para el líder del Partido Independiente, Pablo Mieres, se entró en un “campo minado” respecto a la relación con Argentina y hay que cuidarse de posibles cambios de posturas del gobierno del vecino país.