Paysandú, Viernes 18 de Junio de 2010
Locales | 17 Jun Aunque en Paysandú hay más de 100 clasificadores registrados, sólo 20 trabajan organizados en los denominados “circuitos limpios” con la colaboración de vecinos de barrios de la ciudad que separan sus residuos reciclables.
Entre las ventajas de la clasificación en origen y recolección selectiva se incluye el hecho de “evitar desechar materiales valorizables (papel, cartón, plástico, vidrio y metales) que pueden ser reciclados y reutilizados, a la vez que se está generando fuentes de trabajo para el sector de la población que utiliza la clasificación y el reciclado como forma de supervivencia, al poder comercializarlo.
ORGANIZADOS
En Paysandú, la tarea comenzó hace un año y es llevada adelante en la zona Norte y Sureste de la ciudad en el marco del desarrollo del programa “Uruguay Clasifica”, llevado adelante por el Ministerio de Desarrollo Social y que en nuestra ciudad es instrumentado por la organización no gubernamental “Educación Solidaria”. Esta es contratada por el Mides con recursos provenientes del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), que se nutre de aportes de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, con destino a la ejecución de obras viales y sociales, entre otros aspectos.
El programa Uruguay Clasifica comenzó en 2006 en el Sur del país como una propuesta del Mides para abordar la problemática de un sector de la población que hasta el momento no había sido contemplada.
El objetivo es “incluir para reciclar, reciclar para incluir”, y la mejora de las condiciones de trabajo de los clasificadores, dignificando su tarea a partir de que ellos mismos se reconozcan como trabajadores, para que luego también la sociedad los reconozca como tales.
El programa considera “clasificadores” a aquellas personas que tienen a la recolección y clasificación artesanal de residuos sólidos urbanos como uno de sus principales medios de supervivencia, tanto mediante la venta o trueque de la materia prima reciclable y de los materiales reutilizables, como de su aprovechamiento para el autoconsumo o para la cría de animales.
A mediados de 2009, luego de instancias de preparación grupal, así como actividades de difusión e información en los barrios --como la utilización de folletos destinados a los vecinos-- donde actualmente funcionan los “circuitos limpios”, dos grupos de clasificadores organizados comenzaron a desarrollar frecuencias semanales de “levante” de residuos clasificados.
Dicha recolección es llevada adelante por el grupo “Compañeros unidos por la clasificación”, integrado por aproximadamente diez clasificadores del barrio Curupí que recogen residuos clasificados en los barrios Covife y Covinor, Policial, la Sociedad Civil San Francisco y Covisan 6. Cuentan con un predio de acopio en el barrio Curupí. El segundo grupo, denominado “Paysandú Clasifica” es integrado por nueve personas que han sido autorizadas por la Intendencia a trabajar durante el día en el Relleno Sanitario y que procesan residuos provenientes de la zona Sureste de la ciudad (viviendas de la zona de San Martín, Benito Chaín, Zorrilla y Montecaseros), barrio El Techo, el Hospital y una empresa local del rubro alimenticio. Realizan la tarea de acopio en el mismo relleno sanitario y allí mismo se efectúa la venta a las empresas que compran los materiales reciclables.
CIRCUITO SUSPENDIDO
Para la recolección, el primer grupo utiliza carros tirados por caballos y el segundo depende del préstamo de un camión por de la Intendencia, con el cual hace aproximadamente un mes no se cuenta. Consultados por EL TELEGRAFO, la sicóloga social Claudia Alvez, de la ONG “Educación Solidaria” y el clasificador José Luis Moreira, del grupo Paysandú Clasifica, dijeron que debió suspenderse la recolección en el circuito limpio que trabaja dicho grupo debido a la falta de transporte, por cuanto la Intendencia no ha podido disponer de un camión abierto que utilizaba para este menester.
“No podemos decirles a los vecinos que saquen los residuos clasificados un determinado día si luego no tenemos la certeza que pasará el camión”, dijeron. Por el momento continúan levantando los residuos reciclables del Hospital y la citada empresa, transportándolos por sus propios medios.
Los residuos que levantan los clasificadores son básicamente plástico, cartón, papel, vidrios, envase y ropa en desuso. El PET blanco (botellas de refresco, por ejemplo) se paga a 4,50 pesos el kilo, y el de color a 2,50.
Consideran que el trabajo sería más rentable si no hubiera tantos intermediarios y que es necesario mejorar el funcionamiento del relleno sanitario porque “entra gente sin permiso” y menores. “En la medida que podamos avanzar en incorporar más circuitos limpios la tarea será más rentable y podremos salir de la cantera, que es un riesgo importante”, afirman.
Según datos de la Intendencia y el referido programa, en Paysandú hay unos 110 clasificadores registrados, en tanto que han sido identificados 97 carros, los que accedieron a una chapa de matrícula, implementos de seguridad y chalecos reflectivos para sus conductores.
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