Rurales | 13 Jun Los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), se encuentran ultimando los detalles para la certificación sanitaria que habilite la exportación de 35.000 cabezas de ganado en pie hacia Turquía, un nuevo mercado que se abre a la producción nacional.
El doctor Francisco Muzio, director de los Servicios Ganaderos, señaló que se trata de un mercado “que no estaba operativo y que ya estuvo una delegación de Turquía en el país viendo los animales en el campo”.
Hay un pedido concreto de ganado con destino a faena por parte de una empresa local que en un primer embarque enviará 7.000 animales aunque la solicitud total es por 35.000 cabezas. Se trata, fundamentalmente, de toritos y machos castrados”.
Argentina
Indicó que se está en una etapa de finalización de certificados para exportar ganado hacia Argentina. “Hicimos una propuesta para exportar y son las condiciones que hemos hecho con la mayoría de los países, qué enfermedades certificamos como libres y después todas las pruebas serológicas”, dijo.
No obstante, aclaró que hasta el momento “no hay ninguna solicitud concreta” aunque reconoció que “hubo rumores sobre el interés de argentinos en ganado de reposición”.
Rusia
Juan Galimberti, integrante de la empresa Hap Foods, es un profundo conocedor del mercado ruso. Aseguró que en ningún momento Rusia quiso renegociar embarques de carne y que la demanda de ese país ha sido sostenida.
“Uruguay está con una capacidad de faena muy limitada y está vendido para casi todo junio y gran parte de julio en muchos frigoríficos. Algunas plantas cuando vieron que hace un mes que se trancó Rusia, decidieron vender a otros países. Pero la demanda que puede existir en Uruguay para Rusia está limitada, lo mismo ocurre en Paraguay”, indicó a Observa.
“El mercado con Rusia siempre estuvo corriente. Dependiendo del negocio que cada planta quiera hacer estará más o menos activa, pero Rusia no dejó de demandar”, afirmó.
Por otra parte, la administración rusa dejó fuera del mercado a ocho plantas brasileñas, lo que llevó al gobierno de Lula a iniciar gestiones para destrabar la situación.
“Hasta el momento la incidencia no fue tan importante como podría haberlo sido si hubiera ocurrido en marzo o abril. La reacción de Rusia generó al comienzo una alarma en el mercado pero luego la situación se estabilizó”, dijo Galimberti.