Locales | 17 Jun Granizo en algunas zonas puntuales como Queguayar y Santa Kilda, además de fuerte viento, fue la consecuencia de la tormenta que en la tarde anterior se desató sobre esta zona del país.
Aunque se desconoce si se registraron destrozos de magnitud, sí está claro que duró unos pocos minutos, pero fueron suficientes para generar alarma sobre aquellos cultivos recientemente implantados, y en animales que presenten un estado corporal más delicado.
Productores consultados por EL TELEGRAFO, indicaron que se apreciaba la tormenta “en algunas zonas más puntualmente que otras, alrededor de las 15.30”, aunque también agregaron que “la piedra felizmente fue chica y no llegó a un tamaño que se preveía importante”.
De todas maneras, en la zona de Queguayar algunos galpones sintieron el impacto de la piedra, y en otros casos la caída de ramas de árboles cercanas a viviendas y carreteras.
La lluvia también fue muy fuerte por momentos, siendo general para gran parte del departamento, con guarismos que oscilaron entre 20 milímetros en la zona de la radial de ruta 3 y 26, 32 en la ciudad y 42 en Piñera.
Durante un lapso que osciló entre los 5 y 10 minutos, la frontera de Rivera fue azotada por una fuerte granizada.
Se trató de un espectáculo “impresionante”, de acuerdo a lo relatado desde el departamento norteño y en primera instancia, no se conocen daños, aunque no se descartan eventuales perjuicios, tanto a nivel de la producción, como en viviendas y rodados estacionados en la vía pública. Según un relevamiento realizado en la estación local de meteorología, el episodio se extendió por más de cinco minutos, y la piedra de mayor dimensión alcanzó un diámetro 6,60 centímetros, es decir, más grande que un huevo de gallina. Fuentes de la estación local indicaron que la advertencia llegó cinco minutos antes del temporal.