PEDRO JACOBO ETCHEMENDY

Locales | 18 Jun Fue un hacedor y marcó fuertemente el impulso por dar lo mejor para su comunidad. Asumió el compromiso y se arriesgó con el firme deseo de proyectar su localidad hacia un futuro mejor. La escuela 43 lleva orgullosamente su nombre, fiel testimonio del sincero reconocimiento de los vecinos hacia su persona. Pedro Jacobo Etchemendy fue un hombre comprometido con su medio.
Nació en Paysandú el 28 de junio de 1882, pertenecía a una antigua y prestigiosa familia de arraigo del solar sanducero. Cumplió con sus estudios secundarios en el liceo Joaquín Silván Fernández y continuó sus estudios terciarios en la Universidad de la República en la capital del país. Era una persona culta, con gran capacidad para resolver todos sus problemas. Logró sobresalir en la vida comercial de al época dirigiendo los negocios de su padre, actividad que le llevó a residir varios años en Bélgica y Francia viajando con intervalos regulares a Paysandú. En 1915 formó su hogar contrayendo matrimonio con la señora María Luisa Lawlor con quien vivió en la propiedad que heredó de su padre, ubicada en la actual Parada 444 del Ferrocarril, sobre el mojón del kilómetro 38 de ruta 90. En 1919 fue electo senador nacional y reelecto en 1922. Con su esposa efectuaban muchas obras de beneficencia, ayudando constantemente a los vecinos de la zona. Es así que decide en el año 1921 construir y donar a las autoridades de la enseñanza el edificio de la escuela 43.
La misma fue inaugurada el 7 de abril de 1922, siendo su primera maestra la señora María Elvira López. Precisamente esa escuela fue en ese entonces la de mayor población escolar dentro de todas las escuelas del interior del departamento. Los tres primeros hijos del señor Etchemendy fueron alumnos de la misma. Además de la escuela también dona el predio y el dinero para construir la parada de AFE, que se encuentra en la zona generando una muy buena oportunidad de trabajo a muchas personas. Falleció el 1 de agosto de 1946. En la memoria colectiva de los pobladores de la zona permanece presente la imagen de un vecino que significó mucho para quienes conocieron su obra. Definitivamente Pedro Jacobo Etchemendy entregó lo bueno y lo más noble que una persona puede ofrecer a sus convecinos, el deseo de que esos lugares mejoraran con el paso del tiempo.