Locales | 17 Jun MONTEVIDEO (Por Mariela Bello). Que muchas librerías hayan incorporado a los servicios propios de su rubro el de cafetería y gastronomía no es nuevo en Montevideo; lo que sí llama la atención es el aumento de esta suerte de librerías con servicio de café y en algunos casos con menú a la carta.
Según datos recogidos por EL TELEGRAFO, el objetivo de los dueños de estos comercios es crear un valor agregado a los mismos. Así, las librerías se van transformando en espacios culturales integrales donde no solo se puede comprar un libro, sino que mientras se realiza la adquisición se presentan al consumidor otras alternativas que lo atraen, lo retienen como es el caso de tomar un café, degustar un almuerzo, escuchar una charla informal realizada por algún escritor conocido invitado sorpresivamente, escuchar música en vivo, involucrarse con otros parroquianos y hasta formar parte como ya ocurre en alguna de ellas del Club de Amigos.
“Las opciones que brindan son múltiples pero lo que cuesta es crear el hábito”, dicen los que están detrás del mostrador de esta nueva modalidad.
Sin pretender emular a los cafés literarios del ‘900 porque los tiempos han cambiado y mucho, estas librerías-café logran en muchos casos recrear el clima de lo que fueron puntos neurálgicos de la ciudad y que reunían a los mejores exponentes de la cultura literaria y artística uruguaya.
Para muchos de los involucrados en el tema la idea pasa también por rescatar el mundo de la lectura y brindar un lugar diferente para que la misma cobre la dimensión que tuvo otrora.
Las librerías más emblemáticas que han decidido diferenciarse del resto con estas nuevas características son, entre otras, Puro Verso en la Ciudad Vieja, Yenny en el Shopping, Mosca en el Cordón y La Licorne en el corazón de Punta Carretas.